Como si de un comienzo de curso se tratara, los alumnos del instituto La Viña entraron ayer en clase a media mañana, con el paso tranquilo y meditabundo del que descubre una nueva sorpresa a cada momento y sabe que tendrá que convivir con ella durante bastante tiempo. Y es que el medio millar de jóvenes que compone el alumnado de este instituto de Cádiz accedió por primera vez al interior del centro de El Náutico. Su director, Francisco Piñero, hizo de cicerone en unas dependencias que sorprendían por su luminosidad y por sus vistas. Desde el aula de tecnología, toda la Bahía se contempla. Eso sí, aún queda bastante por hacer.