Un palestino quema una bandera de Dinamarca frente a la Iglesia de la Natividad en Belén, durante las protestas por la publicación de la caricaturas de Mahoma. / AP
MUNDO

La UE se solidariza con Dinamarca y exige a los países islámicos que cesen los ataques

La Unión apuesta por incrementar los contactos diplomáticos para resolver la crisis desatada por la publicación de caricaturas de Mahoma Irán anuncia la ruptura de relaciones comerciales con Copenhague

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Ante la magnitud de las protestas, los ataques contra personas y edificios y las muestras de manipulación del caso por las fuerzas más radicales del islam, la Unión Europea dio signos ayer de estar abandonando el perfil bajo con el que tanto las instituciones comunes como sus socios han encarado hasta ahora el problema suscitado por la publicación de las caricaturas de Mahoma en varios medios informativos.

Ayer, a petición de Dinamarca y bajo convocatoria austriaca, se reunió en Bruselas el Comité Político y de Seguridad (COPS) de la UE. El encuentro duró una hora y no produjo comunicados ni declaraciones públicas. Fuentes diplomáticas informaron a este periódico que el COPS analizó las amenazas a la seguridad de la Unión, a la luz de los últimos acontecimientos. Los representantes nacionales expresaron la solidaridad de los socios comunitarios con los países que están sufriendo más directamente los embates de las protestas (fundamentalmente Dinamarca y Francia).

El COPS pasó revista a la situación que se vive en las embajadas de los países miembros. No hubo instrucción precisa alguna sobre refuerzo de la seguridad en esas legaciones, ni sobre la adopción de medidas especiales de protección.

La Unión, según sus directores políticos, profundizará sus contactos diplomáticos con el mundo islámico y reforzará el diálogo allá donde más se echa en falta. Tal es la estrategia que los Veinticinco se han dado para capear un temporal que está cobrando dimensiones alarmantes.

La solidaridad de sus socios europeos con Dinamarca comienza a ser una necesidad más que moral. Ayer, el ministro iraní de Comercio, Masud Mir-Kazemi, anunció para hoy la suspensión de todos los intercambios comerciales entre esa república y el país nórdico. Los flujos comerciales entre ambos estados no son espectaculares. De acuerdo con la base de datos de comercio exterior de la UE, Comext, los envíos daneses a Teherán en 2004 alcanzaron un valor de 171 millones de euros, y de 110 en 2003. En cambio, las importaciones danesas de productos iraníes se situaron ligeramente por encima de los 10 millones de euros en ambos ejercicios.

Boicot

El boicot iraní al comercio con Dinamarca comprenderá la anulación de las misiones comerciales entre ambos países y el establecimiento de sobretasas para los buques abanderados en el país nórdico que arriben a puertos persas.

La presidencia austriaca de la UE envió ayer sendos escritos de protesta a los gobiernos de Siria y Líbano, así como a la Autoridad Nacional Palestina, por los ataques de que están siendo objeto legaciones diplomáticas comunitarias y de los países miembros. La titular de la cartera de Exteriores, Ursula Plassnik, exigió de esos países investigaciones sobre los hechos acaecidos y el castigo de los responsables, y recordó a otros dieciséis más del mundo islámico, las obligaciones que tienen contraídas en la protección de las sedes diplomáticas de los Veinticinco, en virtud de los acuerdos de la Convención de Viena.

En las capitales europeas, la irritación comenzó a hacerse patente. Las autoridades británicas reaccionaron ayer ostensiblemente molestas ante las consignas violentas lanzadas la víspera por musulmanes que se manifestaron en la capital británica.

El portavoz de Tony Blair calificó de «completamente inaceptables» los llamamientos a la violencia proferidos por algunos de los manifestantes, mientras que la Policía ha abierto una investigación para depurar responsabilidades, si hubiera lugar, por la pasividad con la que las fuerzas del orden asistieron al evento.

En París, Chirac expresó una condena rotunda de la violencia practicada contra Dinamarca tras lo que se puso en comunicación telefónica con el primer ministro de este país, Anders Fogh Rasmussen, a quien transmitió su apoyo.