Bolivia ha dado un nuevo giro de tuerca en su estrategia de nacionalizar las empresas energéticas del país. El Gobierno de Evo Morales ha exigido al BBVA y a la aseguradora suiza Zurich que en el plazo de tres días, que cuentan desde ayer, entreguen «a título gratuito» al Estado las acciones que gestionan, a través de fondos de pensiones, de las empresas petroleras nacionalizadas (Petrolera Andina, Petrolera Chaco y Transredes). De lo contrario, «habrá intervención» de esos recursos. Sus participaciones en esas compañías se sitúan en torno a 675 millones de dólares, unos 540 millones de euros. El Bilbao Vizcaya Argentaria evitó pronunciarse sobre esa polémica iniciativa, pero, según diversas fuentes consultadas, la entidad recurrirá la decisión, que medios financieros calificaron como una «barbaridad».