La patrullera de la Guardia Civil Río Duero partió ayer hacia Mauritania desde la Escuela Naval Militar de Marín, en Pontevedra, con la misión de colaborar con las autoridades del país africano en la lucha contra la inmigración ilegal. Su envío a la zona supone la puesta en marcha del proyecto Atlantis de colaboración entre ambos países con el objetivo de evitar la salida masiva de indocumentados a bordo de cayucos rumbo a las costas de Canarias.

La colaboración consistirá en la realización de patrullas mixtas de la Guardia Civil y de la Gendarmería mauritana a lo largo de la costa de ese país, del que parten la mayoría de las embarcaciones. Asimismo, se realizarán cursos para formar a los gendarmes mauritanos en materias relacionadas con la vigilancia de costas y el manejo de embarcaciones.

La puesta en marcha del proyecto Atlantis estaba prevista para septiembre, pero la llegada masiva de indocumentados a Canarias aceleraron su entrada en vigor. El coste total del programa asciende a 400.000 euros, sufragados en su mayoría por la Comisión Europea, y una parte por la Guardia Civil. Es la primera vez que Bruselas cofinancia una operación policial de lucha contra la inmigración irregular desarrollada en su totalidad en territorio de un tercer país.