La inflación se disparó en enero en España hasta el 4,2%, según el indicador adelantado. Esta cifra supone una notable aceleración de cinco décimas, ya que el año pasado cerró con una tasa interanual del 3,7%. Se trata de la tasa más alta registrada desde enero de 1997 y el primer principio de año que registra un ascenso de los precios desde 2001. No se conocen los detalles, pero todo apunta a que el nuevo repunte de los carburantes se sumó a las tradicionales alzas de comienzos de año -suministros como el gas y la electricidad, servicios como el transporte urbano e interurbano-, que en esta ocasión han sido de mayor calado.