Un jurado de doce personas declaró ayer al fundador de Enron, Kenneth Lay, culpable de los seis cargos de conspiración y fraude que se le imputaban, y consideró que Jeffrey Skilling, que le sucedió en la presidencia de la empresa, también es culpable de 19 cargos por los mismos delitos. Lay y Skilling afrontaban seis y 28 cargos, respectivamente, relacionados con conspiración, fraude y maniobras financieras para ocultar las perdidas y exagerar los beneficios de Enron, considerada la séptima mayor empresa de Estados Unidos, con el fin de atraer el dinero de los inversores.