Cinco países de África subsahariana -Cabo Verde, Sierra Leona, Guinea Conakry, Guinea Bissau y Camerún-, aceptaron ayer negociar y firmar acuerdos de readmisión de sus nacionales que lleguen a España de forma ilegal. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aprovechó la presencia en Madrid de sus homólogos africanos de 12 países para negociar con ellos acuerdos migratorios que, además de las devoluciones de indocumentados, contemplan importantes ayudas a los países emisores de emigración.
En una conferencia de prensa previa a las reuniones, el ministro español había mostrado su intención de ofrecer a los países subsaharianos acuerdos migratorios globales que complementen los compromisos de repatriación con iniciativas para mejorar la capacidad policial, aumentar la ayuda al desarrollo y fomentar el empleo mediante microcréditos y canjes de deuda por educación y programas sociales.
Tras una jornada maratoniana de reuniones, que se prolongó hasta última hora de la tarde, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que los Gobiernos de los países citados «aceptan ir a la negociación y conclusión de acuerdos migratorios con España». El término acuerdo migratorio designa el nuevo instrumento diseñado por la diplomacia para hacer frente a las avalanchas de indocumentados.
Enfoque global
Según explicó unas horas antes Moratinos, la inmigración no debe afrontarse sólo con acuerdos de readmisión sino mediante «un enfoque más global», que incluya un aumento de la cooperación en materia policial y de control de fronteras, pero también más ayuda al desarrollo y cooperación económica y financiera. La readmisión, resaltó, «no se olvida, pero es una cosa más dentro de la política general» del Ejecutivo.
Dentro de la ofensiva diplomática del Gobierno para hacer frente a la inmigración, el número dos de Exteriores, el secretario de Estado Bernardino León, iniciará el lunes una gira por nueve países de África occidental para animar a sus autoridades a firmar estos acuerdos. Moratinos allanó el terreno ayer jueves y sus gestiones garantizaron el éxito en los países antes citados.
Terrorismo
El jefe de la diplomacia logró este tanto durante la reunión en Madrid de sus homólogos de África central y occidental para debatir sobre el marco jurídico de la lucha contra el terrorismo.
Pidió además a los Gobiernos africanos que mejoren la capacidad operativa de sus policías, vinculó a las mafias que trafican seres humanos con las redes de narcotráfico, crimen organizado y terroristas, y abogó por aumentar la ayuda a toda África para conjurar esas amenazas.
El ministro subrayó que «no podemos olvidar» que el combate contra las redes que trafican personas, cuya actividad «se manifiesta en los flujos de subsaharianos que llegan hasta nuestras costas» está relacionado con la tarea global de luchar contra el crimen organizado. Por esta razón, consideró que la reunión era una «ocasión» para «repasar país a país» cómo hacer frente de forma «corresponsable» a estas avalanchas.
Moratinos explicó que «de lo que se trata en esta conferencia es de mejorar la capacidad operativa de las policías». «Si tenemos policías mejor dotadas y mayores capacidades en las fronteras, no sólo lucharán contra el terrorismo, también contra la inmigración ilegal», aseguró.
«Para España, el continente africano debe recibir el apoyo y todo el interés de la sociedad y la Administración española para luchar contra la mafia, el crimen organizado y lógicamente también contra el terrorismo», insistió.
Además, hizo hincapié en que si ayer estaban convocados por un motivo prioritario como es el terrorismo, no se puede «tampoco olvidar que esas mafias, todo ese caldo de cultivo para mafias y organizaciones que trafican con seres humanos y que se manifiestan con los subsaharianos que llegan a nuestras costas también tienen esa interrelación».
«Es una ocasión más para reforzar nuestros compromisos con África, para reforzar nuestro compromiso con la lucha contra el terrorismo y para seguir trabajando conjuntamente y hacer frente de manera corresponsable al problema de la inmigración», subrayó.
Deuda por educación
En este sentido, confirmó que España hará un esfuerzo «muy importante» en el alivio de la deuda de los países africanos mediante la conversión de deuda por educación o proyectos sociales. Sin embargo, dejó claro que los que ciudadanos subsaharianos que entren de forma ilegal en España, deberán ser devueltos a sus países de origen.
El Congreso, a su vez, aprobó ayer por unanimidad una moción del grupo parlamentario de CiU que emplaza al Gobierno a defender en la Cumbre Euroafricana sobre migraciones -que se celebrará en Rabat el 10 y 11 de julio-, un plan de acción que vincule la política migratoria con la puesta en marcha de medidas que fomenten el desarrollo en el continente africano. La propuesta incluye el aumento de las ayudas oficiales al desarrollo para fomentar la educación, el acceso a la sanidad, la lucha contra el sida, la creación de empleo y el desarrollo de los sistemas agrícolas.
Uno de los principales destinatarios de esas políticas es Senegal, país del que ahora parten los cayucos que trasladan indocumentados desde la costa africana a Canarias. Serigne Diop, ministro senegalés consejero del presidente de la República, afirmó en Madrid que «Senegal y España no pueden sino reforzar su cooperación ante el problema de la inmigración», y abogó por hacerlo mediante un aumento de la vigilancia costera y con ayudas para reforzar el sector agrícola en su país, para que haya trabajo y la gente «no tenga necesidad de irse».
El ministro senegalés resaltó que su país podría convertirse en socio de la Unión Europea para la exportación de productos agrícolas. «Si reforzamos la capacidad de producción, retendremos a la gente», aseguró.