Era un 15 de junio de 1933 cuando la Bahía de Cádiz fue escenario de un acuerdo para deslindar una parte del suelo público y ponerla al servicio de las empresas y de la incipiente era industrial española. Aquél fue el origen de la Zona Franca de Cádiz y ayer, casi 75 años después, el Gobierno central -a través de los ministerios de Medio Ambiente y Economía y Hacienda- y la Junta de Andalucía -con las consejerías de Obras Públicas, Innovación, Medio Ambiente y Empleo- sellaban un protocolo para colaborar en el desarrollo del polígono de Las Aletas, llamado a convertirse en la «tercera joya de la corona» de la industria de Andalucía junto a La Cartuja sevillana y el PTA de Málaga, según describió la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez.