Un iraquí herido en el atentado con camión-bomba en Bagdad es conducido al hospital. /AP Photo
ambiente de guerra civil

Un fuerte atentado en un mercado de Bagdad deja más de 120 muertos

El camión-bomba llevaba ocultos los explosivos debajo de unas cajas de verduras y la explosión ha destrozado al menos trece vehículos

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Al menos 121 personas han muerto hoy y casi 373 han resultado heridas por la explosión de un camión-bomba en un mercado popular de Bagdad, de acuerdo con el último balance del ministerio de Interior.

Las fuentes han precisado que el estallido ocurrió a las 17.05 hora local (14.05 GMT) en el zoco Sadriye, situado en el centro de Bagdad. El recuento de muertos y heridos es provisional y las autoridades no descartan que pueda aumentar en las próximas horas.

El camión, que llevaba ocultos los explosivos debajo de unas cajas de verduras, se encontraba aparcado en el momento del estallido. La explosión ha destrozado al menos trece vehículos que se encontraban aparcados en el lugar, así como tres locales comerciales, además de causar numerosos daños materiales en el vecindario. La policía ha acordonado la zona para evitar nuevos ataques y facilitar las labores de rescate y traslado de los heridos a los hospitales.

Otros atentados

En el resto de ataques y atentados en el día de hoy han muertos otras 14 personas y 39 han resultado heridas. En el más sangriento suceso, diez agentes de seguridad iraquíes han perdido la vida y otros nueve han resultado heridos en dos ataques contra un puesto de control policial y otro militar en la ciudad de Samarra, a 125 kilómetros al norte de Bagdad.

Fuentes de la Policía de la provincia de Salahedin, a la que pertenece Samarra, han asegurado que hombres armados atacaron un puesto de seguridad establecido en la entrada norte de la ciudad. En esta agresión han fallecido seis agentes, mientras que un asalto insurgente contra un control del Ejercito iraquí en una carretera al sur de Samarra ha dejado cuatro militares muertos.

Cinco explosiones en Kirkuk

Asimismo, la explosión de cinco coches-bomba y dos artefactos explosivos en diferentes lugares de la ciudad de Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, ha causado la muerte de al menos tres personas y la herida de otras 21, según la Policía. Uuno de los vehículos, conducido por un suicida, se ha empotrado contra la sede del partido Democrático del Kurdistán, dirigido por el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Al Barzani. Este atentado ha causado dos muertos y al menos 16 heridos.

Otro de los coches ha estallado en una estación de gasolina y ha matado a una persona y ha ocasionado heridas a otras cuatro, entre estas últimas figuran dos mujeres. El tercer coche-bomba ha estallado cerca del centro de comunicaciones de Dumiz, en el sur de Kirkuk, mientras que el cuarto lo ha hecho en las cercanías de la mezquita Sabriya, en la carretera hacia Bagdad, en el sur de la ciudad, y el quinto en la zona "Wahid Haziran", también en el sur. Los artificieros han logrado desactivar un sexto vehículo cargado con material explosivo, que se encontraba aparcado en un barrio residencial.

Atentados en el sur

El sur del país también ha sido escenario de un atentado ya que un civil ha precido y otros nueve han resultado heridos al estallar un automóvil cargado de explosivos en Al Mahmudiya, unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, la capital iraquí.

Por otra parte, el Ejercito norteamericano ha informado de que tres de sus soldados murieron el viernes en la convulsa provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad, dos de ellos debido a una "acción enemiga", y otro a un accidente.

Esta ola de atentados y ataques se producen en medio de la incertidumbre que rodea el nuevo plan de seguridad para Bagdad, que hasta este momento se ignora con exactitud cuándo comenzará, aunque algunas fuentes hayan afirmado anteriormente que será en los primeros días de febrero.

Hasta ahora las autoridades han explicado que, de acuerdo al plan, bautizado como "Aplicamos la ley", Bagdad será dividido en cinco zonas, que estarán administradas cada una por un jefe militar que tendrá a cargo fuerzas del Ejercito y la Policía iraquíes. El principal objetivo del plan es poner fin a los atentados y los enfrentamientos que a diario protagonizan grupos armados en Bagdad.