Jugador de raza, de la casa, con una vida en amarillo a sus espaldas. Pese a sus devaneos con el Racing de Ferrol de hace algunos años, Raúl López juró amor eterno al Cádiz desde el día en que Hércules y sus dos leones se posaron sobre su corazón. Mucho ha llovido desde aquel día (basta con este fin de semana). Encierros, meses sin cobrar, frío gallego, críticas,... Todo ha quedado atrás y el jerezano parece correr un tupido velo sobre los malos momentos ahora que la vida le sonríe. Titular indiscutible pese a la competencia, goleador y en breve padre. Raúl López ya tiene sucesor.