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Un sacrificado Real Madrid sufre para vencer al Celta en un partido polémico

Los de López Caro alcanzan la tercera posición y adelantan a Osasuna Los locales reclamaron un gol fantasma del uruguayo Cannobio

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El Real Madrid sigue en racha de resultados, pero frente al Celta se olvidó de su compromiso colectivo, dio una mala imagen, y ganó con una victoria polémica. El Celta, por juego y ocasiones, mereció al menos el empate, pero el árbitro no concedió un gol legal a Canobbio, precisamente el protagonista del triunfo de los vigueses en la segunda jornada de Liga en el Bernabéu con un gol inexistente. Esta vez el tanto de Canobbio sí traspasó la línea, pero el Madrid encontró la ayuda de Teixeira Vitienes y su línea y los blancos salieron victoriosos de Balaídos, con sufrimiento, también gracias a Casillas y su eficacia ofensiva. Con sus dos primeros disparos a puerta el Madrid marcó dos goles, mientras que el Celta perdonó todas menos una, y fueron muchas, y pagó su falta de efectividad. El Celta fue superior a un Madrid que volvió a ofrecer muchas dudas, pero fueron los goles los que decidieron y en ese aspecto los blancos estuvieron bastante más afortunados.

Por primera vez con López Caro el Madrid se encontró con un rival que le exigió muchísimo, y tuvo que surgir de nuevo la figura de un gran Casillas para evitar desde el pitido inicial que el sorprendente e impetuoso arranque del Celta no se materializase en goles. Hasta cuatro claras ocasiones tuvieron los vigueses en el primer cuarto de hora, pero como suele ocurrir, perdonó, respondió a lo grande Casillas y en la primera llegada que tuvo el Madrid la enchufó Robinho. El brasileño ha encontrado su sitio pegado a la izquierda, participa más en el juego, trabaja en ataque y defensa, y está en racha goleadora. El gol llegó acompañado de quejas, con Jorge caído en el suelo, pero confirmaba otra vez que la calidad arriba era determinante y que sin pegada, aunque se juegue mejor, es muy complicado sorprender al Madrid, adormecido y sin sitio en los primeros minutos.

El Madrid no tuvo el balón hasta que se adelantó, pero tampoco consiguió imponer su autoridad, porque prefirió dormir el partido y rebajar un ritmo que no le convenía. El Celta, con presión y toque, liderado por un Jorge desconocido en la recuperación y la creación, había hecho sufrir a los blancos, que después del 0-1 apostó por jugar a medio gas, aunque al menos ya no permitió tantas alegrías defensivas atrás. Además, en su banda derecha, con Cicinho y Beckham desdoblándose continuamente, parecía tener un filón, aunque le faltaba profundidad y más continuidad. El Celta, sin embargo, no se descompuso, y con el Madrid jugando a medio gas, Casillas tuvo que impedir el empate al filo de la media hora. La justicia, sin embargo, llegó cerca del descanso, cuando el Celta tuvo por fin puntería ante un conformista Madrid sin ocasiones, cuyo fútbol había sido excesivamente irregular.

Gol no concedido

Se trabó el choque en esa segunda parte en la que nadie lograba imponer su dominio y el Celta ya no tenía velocidad ni claridad arriba. El Madrid se sentía cómodo dejando el balón a los vigueses, frenados cuando se acercaban al área, soñando con un contraataque que no tardó en llegar. La relajación madridista se mantenía peligrosamente, y la bronca llegó con el centro-chut de Canobbio que pegó en el interior del poste y cruzó la línea de meta, aunque Teixeira ni su asistente lo vieron. AntonioCassano tampoco fue capaz de batir a Pinto en una oportunidad inmejorable para haber sentenciado un choque demasiado bronco que se calentó en la segunda parte con entradas durísimas.