«Cuando llegan los buenos momentos se olvida el pasado»
El jerezano, en el mejor momento de su vida, dedicó el gol del sábado «a mi niño, que nacerá en febrero» La competencia puede que haya sacado lo mejor de mí
Actualizado: GuardarJugador de raza, de la casa, con una vida en amarillo a sus espaldas. Pese a sus devaneos con el Racing de Ferrol de hace algunos años, Raúl López juró amor eterno al Cádiz desde el día en que Hércules y sus dos leones se posaron sobre su corazón. Mucho ha llovido desde aquel día (basta con este fin de semana). Encierros, meses sin cobrar, frío gallego, críticas,... Todo ha quedado atrás y el jerezano parece correr un tupido velo sobre los malos momentos ahora que la vida le sonríe. Titular indiscutible pese a la competencia, goleador y en breve padre. Raúl López ya tiene sucesor.
-¿Cómo se ha levantado de la cama después del partidazo del domingo?
-Pues contento dentro de lo que cabe. Tal como se puso el partido, era importante salvar el puntito para así quedarnos con el goal average a favor. El Racing de Santander es un rival directo que seguro que estará peleando por evitar el descenso a Segunda División, y le sacamos esa pequeña ventaja.
-¿Y de su gol? ¿No me dice nada?
-Es muy importante por lo que significó. También porque es el primero que marco en Primera División, y por los rivales y la factura es el más bonito que he hecho, sin duda.
-No dudó a la hora de pegarle.
-Qué va. Tenía esa jugada en mi cabeza desde que me llegó el balón. Quería controlarla y darle fuerte a la pelota. El disparo me salió bien y por eso entró.
-¿Un resultado justo?
-Yo creo que sí, porque el equipo no jugó como viene siendo habitual. Pero ellos tampoco merecieron la victoria y lo justo es que cada uno se llevara un punto. Si no hubieran marcado el penalti...
-¿Fue penalti?
-Para mí no lo es. Armando está cubriendo la pelota, se resbala por culpa del césped, y no tiene culpa si se lleva al jugador por delante. No existe voluntariedad. La verdad es que los árbitros no nos están ayudando, aunque sí nos echaron un cable en Málaga. Lo que espero es que al final no nos quiten más de lo que nos den.
-¿Cómo está el césped ahora?
-Nunca ha estado bien pero ahora está regular, regular. El balón da muchos botes extraños y no se controla bien, y eso nos perjudica. Ojalá estuviera como El Rosal.
-Marcó un golazo llevando el brazalete de capitán, que para alguien de la casa debe ser un orgullo.
-Ya lo llevé en Málaga, y en Segunda B era el capitán. Ahora lo soy después de De Quintana y Oli. Es algo emocionante ser el referente del equipo al que siempre has querido. Es un sueño hecho realidad.
-¿A quién le dedicó el tanto?
-Pues a mi familia, a mi mujer y al niño que voy a tener dentro de poco. Seguramente nacerá en el Carnaval, y se llamará Raúl, como el padre. Otro Raúl López que viene.
-Pero el domingo no sólo quedó el gol, sino el gran partido que se marcó.
-Bueno, bueno. Es verdad que me encontraba a gusto cuando el equipo no estaba bien, pero hasta que no marco se ve el trabajo de otra manera. Es a partir del gol cuando se subraya el trabajo que se va haciendo a lo largo del partido.
-¿Se siente más cómodo ahora que el año pasado en Segunda División?
-Puede ser que sí. Este año estoy muy a gusto, más que en Segunda, pero no sé por qué. Tengo la plena confianza del entrenador, como el año pasado, pero es que yo creo que soy mejor que la temporada anterior. Estoy mejorando mucho con Espárrago, Lorenzo, Soler,... y gracias a ellos estoy rindiendo en una categoría tan importante como la Primera División.
-¿Ha podido influir la competencia de la que carecía el curso anterior?
-A lo mejor sí. La competencia te obliga a estar siempre al cien por cien. Ahora hay bastante rivalidad y yo creo que tener a un buen jugador peleando por el mismo puesto ha sacado lo mejor de mí. Nadie se relaja. Aunque es de forma inconsciente.
-¿Este verano pensaba que iba a rendir de esta manera en Primera?
-En absoluto. Ni me lo imaginaba. Cuando estaba en pretemporada primero pensaba en a ver si podía jugar, porque sería mucho más difícil.No temí que me dieran la baja porque tenía la confianza del técnico, pero es que en pretemporada todos parten de cero y tienen que empezar a ganarse el puesto desde el principio.
-Ahora, con la suplencia actual de Abraham Paz, es el único canterano que está en el equipo titular.
-Por el momento sí. Es importante para que los chavales de la cantera sigan trabajando con ganas y no se vengan abajo. ¿Un espejo? Yo hago mi trabajo y, si lo soy, pues me sentiría muy halagado.
-¿Que sintió cuando la afición le coreó el sábado?
-Fue un momento muy bonito que me puso la piel de gallina. Uno no se acostumbra a tantas muestras de cariño por parte de los seguidores cadistas.
-¿Queda mucho por ver de Raúl López?
-Yo creo que sí, que queda mucha tela que cortar. Pero es algo que actualmente no me preocupa demasiado. Ahora mismo sólo intento disfrutar de este momento para cuando vengan los malos. Esa es mi mentalidad.
-Habla como un veterano. ¿Ahora se acuerda de los malos momentos que ha vivido junto al Cádiz?
-Es que cuando vienen los buenos momentos, el pasado se olvida un poco. Nadie se acuerda de los días en los que el club podía desaparecer, y no lográbamos salir del pozo. Yo también prefiero quedarme con las cosas buenas, lo otro es pasado. En esos días, ¿quién me iba a decir a mí que iba a jugar en Primera?
-El domingo estuvo coreando su nombre su ex compañero Jesús Velázquez, ¿se acuerda de esos jugadores que no han podido disfrutar en Primera?
-Por supuesto que me acuerdo muchísimo, tela marinera. El gol y todo lo que me pase en Primera se lo dedicó a esos compañeros que han pasado lo que yo y que por el destino no están jugando en la máxima categoría.