La reforma del Estatuto de Cataluña dio ayer, tras meses de debate, el paso más relevante para su aprobación definitiva. El Congreso aprobó con 189 votos a favor, 154 en contra y dos abstenciones el texto que ha enfrentado durante más de un año a los dos partidos mayoritarios; una circunstancia que hará de este aún proyecto de ley el Estatuto autonómico que menor respaldo parlamentario ha cosechado en la historia democrática española. El debate continuará ahora en el Senado. Y salvo que allí sea modificado, los catalanes votarán en referéndum su nuevo y polémico marco jurídico antes del verano.