«Los abusos verbales te dejan más cicatrices que los físicos»
'En tierra de hombres', rechazada por la cartelera en la provincia, proporciona a la actriz surafricana su tercera candidatura al Oscar, por su papel en la historia real de una minera enfrentada al machismo
Actualizado: GuardarCharlize Theron (Benoni, Sudáfrica, 1975) no es sólo uno de los rostros más bellos de Hollywood. Tras un físico espectacular existe una sólida actriz ganadora de un Oscar por Monster y una mujer con fuertes inquietudes. Comprometida socialmente con las víctimas de abusos tras haberlos sufrido ella misma en su infancia por parte de su padre, la intérprete regresa este fin de semana con En tierra de hombres, un drama inspirado en el caso real de una minera de Minnesota que se rebeló contra un entorno laboral machista y violento. Theron optó al Oscar por su papel.
-Su personaje representa la realidad de muchas mujeres que viven la dureza de la mina. ¿Tuvo la oportunidad de conocer a alguna de ellas?
-Sí. Todas las mujeres que aconsejaron a la directora Niki Caro en el rodaje habían vivido esos hechos. Aunque mi papel es ficticio, los sucesos que ocurren son reales, y escuchar lo que ellas vivieron fue increíble para la creación del personaje. No lo hubiera podido interpretar sin su ayuda, sin ir a sus casas y oír a sus familiares. Este caso lideró un movimiento social que ha influido en todos los aspectos de la mujer trabajadora de Estados Unidos.
-¿Ha cambiado mucho la sociedad estadounidense desde que se desarrolló este proceso en las minas del norte a finales de los 80?
-Hemos atravesado un largo camino, pero este caso se decidió en favor de las mujeres en 1995. Era la primera vez que después del movimiento feminista de los 60 el Estado se ponía de parte de las mujeres. Afortunadamente, en mi trabajo no tengo que enfrentarme a las cosas que estas mujeres viven en su profesión. Que cambie la ley no quiere decir que cambie la forma de pensar de los hombres en las minas. Eso es lo más importante y lo que pretende reflejar la película.
-'En tierra de hombres' pone de manifiesto muchas situaciones complicadas de la vida.
-Esa es la belleza de la película. No es una historia en blanco y negro de mujeres buenas y malas. Son mujeres luchando por su supervivencia mientras los hombres tratan de hacerles la vida más complicada. No hay nada que justifique su comportamiento, y no se trata de que ellos sean demonios, sino de que temen perder algo muy importante.
-Ha interpretado muchas mujeres valientes en el cine. ¿Es una decisión premeditada?
-La valentía de mi personaje es inconsciente. Ella no es la quintaesencia de la heroína, al estilo Erin Brokovich o Norma Rae, que pelearon y utilizaron su sexualidad para cambiar las cosas. Es una mujer normal, que llamaba la atención en el colegio y a quien la vida le puso muchas zancadillas. Una mujer que pelea por sus hijos pelea hasta el final. Por otra parte, creo que este papel no tiene nada que ver con el de Monster, son completamente distintas.
-La película está dirigida por una mujer, Niki Caro. ¿Habría sido otra de rodarla un hombre?
-Podría haberla dirigido tan bien como Niki, pero no creo que hu-biera podido llegar a las mujeres que nos asesoraban en la historia tan bien como ella. Había una confianza instantánea entre ellas, la forma en que nos abrieron su corazón fue algo especial.
Cuidar el jardín
-¿Es importante transformarse físicamente cuando interpreta un personaje?
-Mucho. Lo físico es tan importante como lo emocional. Jamás me he sentado a prestar atención al aspecto físico, entiendo que los personajes han vivido muchas cosas que les han marcado su aspecto. No me importa en absoluto no aparecer glamurosa en la pantalla, si a eso a lo que se refiere.
-Se lo preguntaba porque como actriz se ha interesado por temas sobre la violencia en las mujeres.
-Me interesa el tema. Aileen, mi personaje de Monster, sufrió abusos físicos toda su vida, y Josie (En tierra de hombres) también tiene que enfrentarse a eso aunque sea de forma verbal, que es igual de terrible y espantoso que dejarte una cicatriz en el cuerpo. Deja la vida marcada con cicatrices mucho más profundas que el abuso físico.
-¿Cómo recarga las pilas con tanto trabajo y nominaciones?
-Necesito energía extra que recibo cuando me voy de vacaciones, algo que me exijo cada vez que termino una película. Desaparezco, no le doy a nadie el numero de te-léfono y me marcho una semana a olvidarme de todo.
-¿Lo tiene todo planeado en su carrera?
-Si fuera así trataría de conseguir un Oscar cada año, pero lo cierto es que, de cuando en cuando, necesito tomarme un año de descanso para poner en perspectiva mi existencia. Necesito vestir con vaqueros y camiseta, olvidarme de todo cuidando mi jardín, cocinando, leyendo, con mis amigos y, por supuesto, con buenos guiones.
-¿Cuando era niña siempre soñó con ser actriz?
-Siempre. Recuerdo en mi infancia irme a dormir pensando en convertirme en actriz, en interpretar. Por eso mi trabajo es un absoluto privilegio.
-¿Le va a ser más difícil encontrar el papel adecuado ahora que se ha reconocido de forma oficial su talento con un Oscar y una nominación en dos años?
-Sí y no. Voy a seguir siendo la misma, pero la presión va a existir. Ya no voy a trabajar por el simple hecho de hacerlo, ahora espero tener la oportunidad de elegir con mucho cuidado cada personaje, sin que nadie me sugiera que debo hacerlo. El éxito te brinda la oportunidad de elegir libremente lo que quieres hacer.
-¿Cómo ve el futuro?
-Estoy disfrutando este momento al máximo. Soy consciente de que todo puede desaparecer un día, así que trato de apreciar cada instante de lo que estoy viviendo.
-Antes de ser actriz fue modelo y bailarina de ballet.
-Son dos profesiones que exigen disciplina y responsabilidad, que se complementan. La danza me enseñó a imaginar, a mantener la música en mi cabeza repitiendo pasos e historias que luego he aprendido a contar en el cine.
-Con un Oscar por 'Monster', donde aparecía tan fea, es de suponer que ya no se sentirá encasillada por ser sólo una belleza del cine.
-Eso me sucedió después de interpretar Dos días en el valle. Durante meses sólo recibía personajes sexuales, tuve que decir que no a todo, tratando de buscar el papel adecuado que cambiara mi rumbo. Durante un tiempo me sentí atrapada en la categoría de ex modelo, es como una marca, un estigma, peleando e intentando ser actriz, enfrentándome a directores que se dedicaban a hacerte de menos. Afortunadamente ya no me sucede eso. Para mí o para alguien como Halle Berry, personajes como el de Monster son jo-yas, porque el público está demasiado acostumbrado a nuestro aspecto físico y eso nos limita. Afortunadamente, estos papeles demuestran que no es necesario que nos desnudemos para que se nos preste atención.