Después de meses de continuas oleadas de inmigrantes subsaharianos en las Islas Canarias, el Gobierno ha conseguido arrancar de sus socios comunitarios el primer gesto colaboración: a partir de junio, nueve países de la Unión Europea, además de España, prestarán agentes, patrulleras y medios aéreos para vigilar las costas atlánticas africanas de las que cada día parten los cayucos con destino al archipiélago. Ni siquiera los responsables del Ministerio del Interior esperaban tanto de la reunión de trabajo que ayer tuvo lugar en Madrid con los embajadores en España de Francia, Reino Unido, Portugal, Italia, Grecia, Alemania, Holanda, Austria (que preside la Unión Europea este semestre), y Finlandia (que lo hará en el segundo semestre del año).