Más lejos que nunca. El cadismo vivió ayer su jornada más aciaga y sin siquiera vestirse de corto. Las ondas radiofónicas sólo traían disgustos a partir de las seis de la tarde, cuando el Racing comenzaba a sobreponerse al Málaga. La buena imagen que se dio en Zaragoza puso una venda en los ojos de muchos jugadores, directivos y aficionados que sufrieron el mayor batacazo de la temporada. El motivo es que, mientras el Cádiz perdía de manera lógica en el Camp Nou, Racing y Mallorca saldaban con victorias sus dos encuentros fuera de casa. También puntuó el Espanyol, como lo hicieron Betis y Athletic el sábado. Ahora las cuentas siguen saliendo pero son mucho más complejas, y obligan a los de Espárrago a ganar los dos partidos de casa y sacar un buen resultado en Getafe, si bien esta magnífica recta final no le aseguraría nada. Ya no depende de sí mismo.