La voz Digital
Sábado, 8 de abril de 2006
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OPINIÓN
  Actualizado: 3.09 a.m.
 
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CARTAS
 
· Carta a un ateo Me he quedado asombrado al leer un artículo de un profesor de Sevilla donde hacía afirmaciones inconcebibles. Entre otras cosas decía textualmente: Dios no es necesario, pues el cosmos pudo generarse de modo espontáneo, sin necesidad de un agente externo. ¿Quién puede pensar que las maravillosas leyes de la Naturaleza no proceden de una inteligencia? Leyes matemáticas que rigen el movimiento de los astros que formularon Newton y Kepler, pero que ellos no hicieron pues las estrellas se regían por esas leyes antes de que ellos las descubrieran. Leyes físico-químicas que rigen la función clorofílica de las plantas para reponer el oxígeno que consumimos al respirar. Leyes biológicas que rigen la evolución de la vida. Maravilla del huevo de gallina que calentándolo sale un pollito. Maravilla del ojo humano que es más perfecto que todas las cámaras fotográficas que hoy fabricamos los hombres, pues saca diez fotos por segundo: en eso se basa el cine. Pues hace miles de años todos los hombres nacen con dos cámaras de éstas. ¿Es que la técnica no supone una inteligencia? A ese Ser inteligente autor de la Naturaleza le llamamos Dios. ¿Es que una escultura de Miguel Ángel ha salido por casualidad? ¿Por erosión? ¿Es que un libro sale por casualidad tirando un cubo con un millón de letras? ¿Es que tirándolo cincuenta veces salen cincuenta libros? ¿No supone esto una inteligencia que ordena las letras para que formen palabras, y las palabras para que formen frases? Viendo la obra conozco al autor aunque no lo vea. Por eso dice la Biblia que los cielos cantan la gloria de Dios (Salmo 19:2). Jorge Loring. Cádiz Agua potable en nuestras playas
 
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