Centenares de personas están desaparecidas tras quedar ayer sepultado el pueblo de San Bernardo, en el sur de Filipinas, por un alud de barro provocado por las intensas lluvias, según calculan fuentes oficiales y medios locales. El alcalde de la localidad de Liloan, próxima a San Bernardo, Marlo Maamo, dijo que vio el pueblo enterrado y calcula que el alud puede haber causado un millar de muertos. Maamo explicó que unas 370 familias vivían en la localidad costera de la isla de Leyte, a unos 650 kilómetros al sureste de Manila.