MUNDO

«Era como si la montaña explotara, todo se vino abajo»

El deslizamiento se produjo en una zona afectada por la deforestación

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Era como si la montaña explotara, y todo se vino abajo», explicó uno de los residentes de la isla de Leyte, donde tuvo lugar el desastre, a la cadena de radio DZMM. «No podía ver ni una sola casa en pie». «Ni un rastro de vida». «Como si el pueblo hubiese desaparecido o no hubiese estado nunca allí».

Lo cierto es que el número de víctimas no pasa de ser una estimación, que es posible que nunca llegue a concretarse. No hay censos y las casas estaban hechas, en su mayor parte, de madera y palmas. Viviendas pobres y, en consecuencia, sin apenas estructura que haya podido resistir la fuerza brutal del lodo. De ahí que las autoridades duden de que se puedan hallar nuevos supervivientes. «En realidad, la zona es un gigantesco cementerio».

Existen dificultades de acceso y problemas para trabajar con máquinas pesadas sobre un terreno inconsistente. De ahí que las autoridades sanitarias hayan primado, por el momento, la asistencia a aquellas personas, se cree que unas 53, que han sido hasta el momento rescatadas con vida.

El senador Richard Gordon, jefe de la Cruz Roja de Filipinas, dijo que el poblado entero había sido sepultado bajo toneladas de tierra y la gobernadora de la provincia de Leyte del Sur, Rosette Lerias, afirmó que al menos 500 casas del pueblo de Ginshaugan, cerca de la ciudad de San Bernardo, habían sido arrasadas como consecuencia del deslizamiento, provocado por las constantes lluvias que llevaban azotando la zona durante dos semanas. «El terreno estaba empapado a causa de la lluvia», dijo Lerias. «Los árboles fueron arrastrados por la avalancha de barro». Eva Tomol, miembro de la Junta provincial, presentó una previsión más optimista. «Esperamos que la mitad de los 2.500 residentes no se encuentre allí», dijo.

Las informaciones acerca de que un terremoto podría estar en el origen del desastre están ya totalmente descartadas y que se cree que éste se debió, sin duda, a las intensas lluvias en una zona afectada por la deforestación.

Ayuda española

«En cuanto la Cruz Roja filipina nos haga una petición concreta ponemos en marcha el operativo de ayuda. Esperamos que pueda ser este fin de semana o el lunes a más tardar», dijo el coordinador general de la Cruz Roja española en Filipinas, José María Taberné. «El problema es que todavía no han tenido acceso a la zona, por lo que no hemos podido recibir aún una lista con las necesidades reales», señaló Taberné.