El ministro de Defensa, José Bono, ordenó ayer «como primera medida» el arresto domiciliario por ocho días del teniente general José Mena Aguado, jefe de la Fuerza Terrestre, que el viernes defendió la intervención del Ejército si alguna reforma estatutaria sobrepasa los límites de la Constitución. Mena, sancionado por haber violado su deber de «neutralidad política», permanecerá en su casa y sin mando hasta que el próximo viernes el propio Bono proponga al Consejo de Ministros la destitución del general por «la pérdida de confianza».