Joan Horrach (Caisse D'Epargne) logró la primera victoria española en el Giro al rematar una maratoniana escapada que nació en los primeros kilómetros de la jornada y que tuvo un final espectacular. Horrach, que logra así el triunfo más importante en su carrera profesional, fue el más astuto en la última parte demostró sangre fría dejando que los corredores que iban con él descubrieran sus cartas en la recta final, donde se produjeron muchos ataques. El primero en salir a escena fue el italiano Belli, luego su compatriota Baliani, más tarde el holandés Engels y finalmente el español que aprovechó la vigilancia de sus compañeros de fuga para cruzar la línea de meta en primera posición.