Se trata, a grandes rasgos, de comer lo que queramos durante cinco días de la semana y ayunar dos. Entendemos por ayunar ingerir poco más de 500 calorías repartidas durante todo el día, porque el ayuno total no se debe llevar a cabo bajo ningún concepto. Y el ayuno no debe ser en días seguidos.
Esta forma de perder peso fue, en su día, un bomm en Reino Unido y ahora ha llegado pisando fuerte a nuestro país. La Fast Diet, pese a que han surgido múltiples reinterpretaciones, la inventó el doctor Michael Mosley en Gran Bretaña, y al poco tiempo se convirtió en una figura mediática de excepción gracias al éxito de su criatura. Su éxito radica en que permite perder peso poco a poco, de forma constante y equilibrada, sin grandes cambios metabólicos que son los que finalmente van a provocar el efecto yoyó.
Además, otra cosa a su favor es que la Fast Diet es equilibrada nutricionalmente: no te priva de ningún nutriente, y además los días de ayuno, en los que sólo está permitido ingerir unas 600 calorías (500 las mujeres y 600 los hombres), se potencia el consumo de frutas y verduras frescas.
Posibles desventajas: El Servicio Nacional de Salud británico (NSH) asegura que la Fast Diet priva al cuerpo por sistema de la energía que necesita durante dos días a la semana, por lo que es habitual que cause fatiga, irritabilidad y malestar.
¿Qué podemos tomar los días de ayuno? Ejemplos de menús.