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Relax, relax y más relax. Si se viene con este mantra en la mente hasta Los Cabos, no tenga duda de que ha elegido el lugar adecuado. Al ser un destino joven y en pleno crecimiento, la mayoría de los hoteles son muy nuevos y disponen de unas instalaciones de ensueño con piscinas infinitas, áreas de descanso y spas y centros de wellness de los que definitivamente se sale con otra cara y otra energía como cuando se prueba el masaje bajo el agua que hacen en el Spa del One & Only de Palmilla.
Son particularmente interesantes los tratamientos que combinan ingredientes locales como arcillas del desierto, sales marinas, algas o esencias de cactus con rituales prehispánicos. Algunos, incluso, como el Capella Pedregal, tienen una chamana que, además de brindar asesoramiento para la carta de tratamientos (algunos de ellos basados en los ciclos lunares), a petición del cliente, acude también para trabajar la parte holística.
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