Todos Santos es un pueblo mágico. Y no solo porque su nombre así sugiera o sencillamente porque lo parezca con su iglesia desierta, sus casas coloniales de colores con puertas y ventanas enrejadas y ese aire de aldea fantasma del far west que hace que se espere que de un momento a otro eche a rodar a toda velocidad un correcaminos frente a nosotros, sino porque así lo decidió el gobierno mexicano en 2006 eligiéndole a él de entre todos los pueblos del estado de la Baja California Sur como el mejor representante de su esencia y de su historia.
Pero, en realidad, por lo que es famoso Todos Santos es porque aquí está el archiconocido Hotel California, el que se supone que inspiró la mítica canción de los Eagles y que por supuesto suena cada poco en su restaurante La Coronela aunque sobre esto hay diversas versiones y no está nada claro que la canción se refiera realmente a este lugar. Lo cual, llegados a este punto, poco importa ya puesto que como tantas otras veces la leyenda está tan extendida que lo de menos es que sea cierta. Hoy en día este es, por encima de todo, un hotel muy bohemio, renovado en 2002 con mucho gusto y sin perder de vista la estética mexicana ni sus reminiscencias de los años 50. El restaurante es estupendo para parar a comer algo y probar sus margaritas hechas con su propia marca de tequila. También hay una tienda o digamos mejor un bazar que se llama El Emporio donde se pueden encontrar todo tipo de tesoros inauditos.
Habitación doble a partir de 100 €