Saque de banda a favor del Cádiz. Fleurquin oxigena y toca para Oli. El asturiano levanta la cabeza, ve al portero adelantado y engancha una volea desde 35 metros que supera al meta xerecista y acaba durmiendo en el fondo de las mallas. Así, a grosso modo, se cantaba el gol más importante de la historia reciente del Cádiz, el más bonito, el más aplaudido y recordado. El del ascenso a Primera División. Sólo un héroe que decidía mantener su larga cabellera cual Sansón después de hacerse la permanente podía rubricar aquella hazaña inimaginable. Poner «el broche dorado a una temporada sensacional», comenta el protagonista.