Bajo un sol de justicia y un sofocante calor desde las once de la mañana, ayer abrió sus puertas el Salón Internacional de Vinos Nobles, Licorosos, Espirituosos y Dulces Especiales en su quinta edición, la primera que cuenta con la participación de los países «originarios» del vino, Georgia y Líbano, y con apoyo económico de la Junta de Andalucía. Y también puede que la última dirigida por Carlos Delgado.

En el acto inaugural en el Patio de Armas del Alcázar, el comisario de Vinoble comentó que, diez años después de su inicio, se cierra un «ciclo» que culmina con la consolidación de esta cita bianual como «referente imprescindible, esencial e inevitable» en el mundo del vino a nivel internacional. Por ello, considera cada vez «más difícil» organizar el evento, así que plantea que «otro patrón» tome el timón y emprenda «una nueva singladura».

La alcaldesa, Pilar Sánchez, sólo indicó que el Ayuntamiento afronta estos cambios necesarios admitiendo que «el listón está muy alto» y recordando que ya este año se han introducido «novedades, como los maridajes».

También recordó que esta edición cuenta con la «presencia y colaboración de la Junta» a nivel económico, a través de una aportación que el delegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, evitó concretar. Sólo certificó que se repetirá y prefirió subrayar los «más de mil millones de las antiguas pesetas» invertidas en el Marco de Jerez.

Anunció que mañana martes visitará Vinoble el consejero del ramo, Isaías Pérez Saldaña, y recalcó que este encuentro supera el ámbito estrictamente económico para convertirse en un acto social y cultural de primer orden a nivel internacional.

Blanco y la propia alcaldesa también destacaron, además, la oportunidad de promoción de la ciudad que brinda Vinoble. Pilar Sánchez quiso destacar ante profesionales y empresarios «las potencialidades» de Jerez para invertir en «todo tipo de actividades económicas».

Y, muy especialmente, mencionó, como el comisario de la exposición y el delegado provincial, la significativa presencia en Vinoble, por primera vez, de los países donde la cultura y la tradición vinateras hunden sus raíces.