Ciudadanos intenta salvar la cara con nuevas condiciones a los Presupuestos
Edmundo Bal desliga la votación de esta semana de su posición final en las cuentas
El Comité Permanente de Ciudadanos (Cs) mueve hoy ficha en la carrera exprés hacia los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La tramitación acelerada de las cuentas permite poco margen de maniobra a los partidos, pero los liberales se afanan en zafarse de la etiqueta de socio dócil.
Después de unas semanas en las que la dirección de Inés Arrimadas se ha enfrentado a críticas internas de diversa índole, la formación corrige rumbo y encarece su posible apoyo a las cuentas estatales. Al menos esa es la intención con las nuevas condiciones que planteará el Comité Permanente al Ejecutivo de coalición después de su reunión semanal.
Aunque no han trascendido detalles sobre cuáles serán esas exigencias, ABC adelantó el sábado que el núcleo duro de Cs estudiaba ya «una reacción» en clave PGE , después del «atropello» al castellano perpetrado por el PSOE , Unidas Podemos y ERC . El mismo día que una delegación de Cs oficializó el inicio de las negociaciones con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , el Gobierno regalaba a su aliado independentista la exclusión del castellano como lengua vehicular en Cataluña. Una nueva bofetada tras la prórroga del estado de alarma de seis meses , que generó un profundo malestar interno entre los liberales por la total ausencia de control del Congreso de los Diputados .
Permitirá la tramitación
Salvo cataclismo, Cs no secundará pasado mañana ninguna de las enmiendas a la totalidad presentadas por otros grupos en contra de los Presupuestos del Gobierno. Las condiciones que hoy pondrá la dirección, por tanto, afectarán a la posición del partido en la votación final de las cuentas; no en su tramitación, que Cs facilitará.
El portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal , explicó ayer en un vídeo compartido en su perfil de Twitter que su formación no se instalará, como otros partidos de la oposición, en un «no a todo» como manera de hacer política. La alusión, claramente dirigida al PP y a Vox , pretende abrir tierra de por medio con ambos y reivindicar a Cs como una firme apuesta por «la utilidad».
«Nosotros consideramos que estos Presupuestos son una necesidad nacional», expuso Bal, quien recordó cómo Arrimadas, en su primera semana de mandato, ya propuso a Pedro Sánchez unos «Presupuestos de emergencia nacional» para paliar los graves estragos del coronavirus .
Esa es la intención de Cs desde el pasado marzo, sí, aunque por medio se ha encontrado con multitud de «cacicadas» que chocan frontalmente con su ideario político. La última, convalidar por ley la marginación escolar del castellano en Cataluña, ha provocado la advertencia de Cs al Ejecutivo: «Sánchez tiene que apostar por el populismo o por las clases medias; por los separatistas o por la igualdad de todos los españoles», dijo ayer Bal.
«Líneas naranjas»
Para Cs, el hecho de que el Gobierno haya respetado sus «líneas naranjas» previas a la negociación –no subir un 15% el Impuesto de Sociedades, limitar la subida del IRPF a las rentas superiores a los 200.000 euros, o no incrementar el IVA a la educación concertada ni a la sanidad privada– es ya motivo suficiente para no tumbar de primeras el recorrido de los PGE.
Pero ahora arranca el periodo en el que el Ejecutivo debe granjearse, definitivamente, los sustentos suficientes para que las cuentas vean luz verde. «Vamos a decir que sí a la tramitación de los Presupuestos, pero que no se confunda el Gobierno: esto no es decir que sí a los Presupuestos, es decir que sí a su tramitación con la voluntad de mejorarlos», terció Bal.
El Comité Ejecutivo de Cs, la dirección ampliada, decidirá el voto final a los Presupuestos Generales
La semana pasada, Cs ya exigió a la ministra de Hacienda destinar todos los recursos disponibles a sanidad y movilizar entre 7.600 y 7.700 millones de euros en ayudas a fondo perdido para pymes y autónomos. Hoy, la dirección pondrá nuevas condiciones sobre la mesa con el orgullo herido. Fuentes del entorno de Arrimadas descartan, por ahora, levantarse de la negociación. Entienden que hacen más daño a ERC y a EH Bildu con la mano tendida al Gobierno, ya que sin Cs en la ecuación estos partidos recuperan la condición de imprescindibles y podrían aumentar la factura en términos de cesiones al independentismo.
Por ahora, la dirección reducida no contempla abrir el debate sobre los Presupuestos a nivel interno. Se someterá al Comité Ejecutivo para decantar el voto final, pero sigue con su determinación de influir en el Gobierno con la cautela a la que obliga saberse sustituible con solo diez diputados. La intención de Cs, si finalmente le es imposible acordar las cuentas con el Ejecutivo, es contrarrestar hasta el final la acción de otros partidos.
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