Barack Obama se dirige a sus partidarios tras confirmarse su victoria. / Spencer Platt (Afp) | Vídeo: Atlas
Pasadas las cinco de la mañana, hora española, los demócratas celebraban en todos los rincones del país su triunfo. Las televisiones estadounidenses no han dudado a la hora de dar por ganador a Barack Obama tras conocer la victoria demócrata en New Hampshire, Wisconsin, Iowa y sobre todo Colorado.
Ni siquiera se había terminado el recuento en estados como Ohio, Virginia o Florida. En estos últimos, claves por el numero de votos electorales que reparten, el resultado no reflejaba un claro ganador. Se agitaban ya los fantasmas de lo que ocurrió en el año 2000, cuando el país se fue a dormir sin saber quien era presidente, y los tribunales le dieron al victoria a george W. bush.
A pesar de la tormenta en los mercados, del paro, y de algunas promesas incumplidas, Estados Unidos ha vuelto a confiar en Obama, su victoria no ha sido tan apabullante como la de 2008, pero le han dado cuatro años más de margen, una inyección de confianza al presidente que ha conseguido recuperar porcentajes de crecimiento economico, recuperar el diálogo internacional, terminar con Osama bin Laden y ofrecer seguro médico para todos. El primer presidente negro de Estados Unidos sigue haciendo historia.
