lavozdigital.es
nuboso
Hoy 5 / 18 || Mañana 7 / 16 |
más información sobre el tiempo
Estás en: >
Noticias

elecciones en ee uu

La batalla en el Capitolio continúa

Obama volverá a la pelea con una Cámara de representantes bajo control republicano; los demócratas retienen el Senado

07.11.12 - 22:49 -
La batalla en el Capitolio continúa
Seguidores republicanos siguen los resultados en Boston. / Don Emmert (Afp)
Los estadounidenses también acudieron ayer a las urnas para renovar la totalidad de la Cámara de representantes (435 escaños) y un tercio del Senado (33). Los resultados dibujan un Congreso casi calcado del anterior a la cita presidencial. Tal como se esperaba, los republicanos mantendrán con holgura la Cámara de Representantes y los demócratas el Senado. Entre las batallas más llamativas por un puesto en Washington figura la ganada por la demócrata Elizabeth Warren, una profesora de Harvard sin experiencia política, que arrebató el escaño al republicano Scott Brown, quien en 2010 fue parte de la marea del Tea Party que hizo que el Partido Republicano tomara el control de la Cámara de representantes. En cuanto al Senado, fueron derrotados los candidatos republicanos Richard Mourdock y Todd Akin que en su campaña contra el aborto realizaron polémicas declaraciones sobre la violación. También tendrá escaño Tammy Baldwin, la primera persona abiertamente homosexual en ocupar un asiento en el Senado.
La dualidad de las Cámaras ejemplifica bien la polaridad política del país que conduce a una gran incapacidad para alcanzar acuerdos y a una tremenda dificultad para gobernar. El presidente más poderoso del mundo’ no lo es tanto en su propia nación, donde los padres fundadores concibieron un poderoso aparato legislativo destinado a frenar los posibles excesos del Ejecutivo. Las Cámaras suponen un corsé a la capacidad de gobierno que puede limitarle en gran medida, como se ha visto con Obama, la capacidad para aplicar su programa de Gobierno. Las reformas prometidas por el mandatario han chocado tanto con los efectos de una inclemente crisis económica como con un Congreso cuyo objetivo básico ha sido paralizar la gestión presidencial.
La reelección del presidente y la repetición del statu quo anterior plantean el mismo escenario complicado de los dos últimos años del primer mandato en el que Obama ha tenido que emplearse a fondo para sacar adelante sus proyectos, en muchos casos, como el de la reforma sanitaria, a base de hacer grandes concesiones a los republicanos y tras largas y laboriosas negociaciones. La oposición abanderada por un agresivo Tea Party ha frenado todas las iniciativas presidenciales, desde inmigración, la deuda, presupuestos y, por supuesto, Guantánamo. La amenaza de bloqueo ante los proyectos de la Casa Blanca volvería a estar presente. La primera batalla está cercana con el debate de los presupuestos a partir del próximo uno de enero.
Las perspectivas de cambio y las consecuencias de esta relación de hostilidad parecen limitadas aunque hay quienes apuntan un giro positivo. Juan Verde, copresidente de Americans Abroad for Obama y del Comité Financiero de la campaña del candidato demócrata llama la atención sobre el fenómeno curioso ejemplificado en el apoyo al presidente del alcalde de Nueva York, el independiente Michael Bloomberg, o en la simpatía que le ha mostrado al presidente el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, tras el paso del huracán ‘Sandy’. Según Verde, tras el triunfo demócrata habrá más republicanos que busquen fórmulas de cooperación con la Casa Blanca para alcanzar acuerdos sobre temas concretos. Lo cierto es que la opinión pública estadounidense está cansada del bloqueo y la incapacidad de gobernar que desprestigia a la clase política.
Sin embargo, también existe el temor de que el estrecho margen de la victoria de Obama haga que los republicanos se sientan legitimados para continuar con la destrucción de la iniciativa de gobierno del presidente como durante su primer mandato. El partido republicano tiene otros cuatro años más para preparar la conquista de la presidencia y deberá reorganizarse para encontrar un candidato más fiable que Romney. Aunque esa labor le restará energías, no se puede descartar que la reacción del ‘Grand Old Party’ vaya a ser una mayor radicalización derechista próxima a los planteamientos del Tea Party. El presidente deberá poner a prueba de nuevo su capacidad política y de maniobra para tratar de terminar el trabajo reformista al que se comprometió en 2008, aunque no se lo van a poner fácil.
Videos de INTERNACIONAL
más videos [+]
INTERNACIONAL
lavozdigital.es

EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.