DARÁN QUE HABLAR

Roberta Marrero: «Me hice artista porque el mundo real me horrorizaba»

Aunque hace de todo –pinta, escribe, diseña, vive–, Roberta Marrero no es una mujer del Renacimiento. Es una mujer muy de su siglo, que atrapa con sus libros y sus «collages». Ella, por méritos propios, ya es de las que «darán que hablar»

Uno de los «collages» de Roberta Marrero R. M.
Javier Díaz-Guardiola

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Nombre completo: Roberta Lucía Marrero Gutiérrez. Lugar y fecha de nacimiento: Gran Canaria, 2 de marzo de 1972 Residencia actual: Madrid Estudios: Diseñadora gráfica y dibujante publicitario Ocupación actual: Artista plástica y escritora.

Qué le interesa. Supongo que, básicamente, lo que me interesa es comunicar. No pienso mucho cuando trabajo. Simple y llanamente dejo que mis ideas fluyan y, a través de esas ideas, hablo de política, hablo del género y del feminismo; del amor romántico y sus consecuencias; de mi biografía, de la muerte, la fama y sus efectos nocivos; de la religión, lo oculto, la Historia del Arte... En realidad, lo que hago es bastante complejo y tiene muchas capas y muchos significados. En última instancia, todas esas cuestiones que los artistas trabajamos cobran una nueva vida una vez que se exponen y pasan de tus manos al ojo del espectador, lo que es muy interesante: es lo que hace que el Arte esté vivo.

De dónde viene. He formado parte de exposiciones colectivas como «David Bowie is», en el Victoria and Albert Museum, o «Piaf», una muestra que celebraba el centenario del nacimiento de Edith Piaf en la Biblioteca Nacional de París . El año pasado tuve mi primera exposición en solitario en la galería La fiambrera de Madrid, y creo que esa expo y la publicación de mi primera novela gráfica «El bebé verde. Infancia, transexualidad y héroes del Pop», editada por Lunwerg , son mis dos momentos más destacados y que los que me han dado más satisfacciones hasta el momento.

Supo que se dedicaría al arte/ la literatura desde el mismo momento mismo en que… En el momento es que descubro que «el mundo real» me aterroriza y puse todas mis energías en vivir tan apartada de él como me fuera posible.

Otro «selfie» de Roberta Marrero- R. M.

Dónde está cuando no hace arte / literatura. Estoy leyendo, viendo películas o series de televisión o yendo a museos.

Le gustará si conoce a... Mis referentes son Andy Warhol, el Dadaísmo, el surrealismo, el Punk, la cultura de Masas, Oscar Wilde, la cultura «Queer», las subculturas americanas del siglo XX... Tengo tantos que podría llenar un libro solo con sus nombres. Yo soy muy curiosa y me ha interesado siempre mucho la cultura, no sólo la que me es coetánea, sino también la pasada. Me parece que, como artista, cuanta más información manejes más rico será tu trabajo.

Debe de ser súper estresante trabajar con personas que no te gustan, cumplir horarios abusivos o ir todos los días a ganarte el pan a un sitio que detestas

En cuanto a miembros de mi generación, destacaría a todos los que están haciendo algo interesante, que se mojan a nivel personal y político; a los que piensan, a los que tienen una voz propia. A los que no tienen miedo.

¿Qué se trae ahora mismo entre manos? Escribo ddos conferencias sobre mi trabajo: una para el Van Abbemuseum, en los Países Bajos, y otra para el Máster en ilustración y cómic Elisava. También ultimo detalles para mi primera exposición en Barcelona, en la galería Cromo.

¿Cuál es su proyecto personal favorito hasta el momento? Como dije antes, mi novela gráfica y autobiográfica «El Bebe verde». Puse mucho tiempo, muchas energías y muchas cosas escribiendo y dibujando ese libro. Es mi trabajo más personal y más político: hablar de mi infancia como niña trans y hacerlo desde un punto de empoderamiento para mí y para el lector ha sido súper gratificante y necesario como artista y creadora. Tal cual están las cosas a nivel social, creo que hay que implicarse y posicionarse. Es un libro que tiene un fuerte y claro mensaje, un mensaje de supervivencia y de fortaleza, no sólo para las personas trans, sino para las personas en general. Además, he tenido la inmensa suerte de contar con Virginie Despentes como prologuista. No puedo admirarla más. Es una de las mejores intelectuales que tenemos ahora mismo. 

¿Por qué tenemos que confiar ella? Nunca he dicho que haya que confiar en mí. Me parece que tenemos que mantenernos críticos con toda la información que recibimos, incluida la que viene de mi trabajo. Prestar atención, leer, ver, aprender, pero, en última instancia, tener nuestra propia opinión sobre todas las cosas.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? Al pintor Fran Ramírez. Porque me gusta lo que hace.

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