Cádiz - Racing
Juanjo Santamaría: «Entonces me veían como un bicho raro por mi forma de jugar»
ENTREVISTA
El guardameta del primer ascenso del Cádiz CF a Primera también estuvo cinco cursos en el Racing, donde jugó todos los partidos y firmó dos ascensos a la elite
Cuando militaba en el Racing fue el primer portero en marcar un gol en Primera en España. «Hoy no se discute que el portero juegue de líbero, adelantado y con el pie, pero entonces sí y yo lo hacía porque tenía mucho toque», señala
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Juan José Santamaría Rodríguez (Bilbao, 22 de mayo de 1947) fue el portero del primer ascenso del Cádiz CF a Primera. Transcurría la temporada 1976/1977 cuando el vizcaíno recaló en La Tacita de Plata procedente del Racing de Santander, donde era un referente. Y no es para menos, ya que en tierras cántabras no se había perdido ningún encuentro en cinco temporadas, firmando incluso dos ascensos a la máxima categoría del balompié nacional.
Formado en Lezama, el cancerbero vasco dejó su impronta en Santander y en Cádiz. Sin ir más lejos, fue en ambos lugar del norte y el sur donde llevó a cabo la mayor parte de una trayectoria que comenzó en la cantera del Athletic y terminó cerca de casa, en Barakaldo.
Ahora Cádiz CF y Racing de Santander vuelven a coincidir en Segunda y Juanjo Santamaría atiende a CANAL AMARILLO y LA VOZ para recordar lo vivido durante su etapa bajo palos y, además, analizar el presente del fútbol. Cercano y agradecido por la llamada, el que fuese guardameta norteño cuenta con naturalidad todo tipo de anécdotas y hazañas. Su memoria es prodigiosa.
- Buenas tardes, Juan José. ¿Qué tal está? Ya sabe el motivo de esta llamada y no es otro que el próximo encuentro liguero entre Cádiz CF y Racing. Usted sabe bastante bien que es defender ambas porterías.
- Bien, estamos bien. Y tanto que lo sé. En aquella época, allá por el año 1976, yo estaba en el Racing y una persona interesada me comentó la posibilidad ir al Cádiz CF. Me traspasaron porque el Racing había contactado con Damas, un portero internacional portugués. Fue un traspaso rápido y eso que hubo un problema porque el intermediario que me comentó la posibilidad de llegar al Cádiz CF dio cifras que no se correspondieron con la realidad. Pero bueno, al final hubo un acuerdo y firmé por el Cádiz CF.
- Se comenta que fueron cuatro millones de las antiguas pesetas de la época, que entonces era bastante dinero.
- Bueno, bueno... En realidad la operación se cerró por seis millones de pesetas, que era un dinerito. Le digo que con ese dinero entonces se podían comprar cuatro pisos en el Paseo Marítimo de Cádiz.
Eso sí, ahora todo ha cambiado. Ahora lo que gana un jugador medio de Primera en una temporada es bastante más de los que gané yo en 18 años. Me pilló otra época, pero también disfruté muchísimo.
- Fue llegar al Cádiz CF y pegar. Usted era el guardameta del primer ascenso del Cádiz CF a Primera en toda su historia.
- Estuve muy contento en el Cádiz CF y aquel histórico ascenso es el reflejo de todo ello. Teníamos un equipo en el que existía camaradería entre los jugadores y el cuerpo técnico. Enrique Mateos era el técnico e hicimos hicimos una piña los veteranos como Quino, Ibáñez, Carvallo, Cenitagoya, Urruchurtu o yo con canteranos como Mané, Rosado, Villalba, Ricardo Escobar, Cuiñas, Ramón Blanco... Fue la primera piedra de todo lo que después fue el Cádiz CF, aunque sólo pudimos disfrutar de una temporada en Primera porque descendimos.
- ¿Recuerda cómo se festejó aquel ascenso?
- Fueron momentos muy bonitos sobre el terreno de juego, aunque no recuerdo mucho el recibimiento por parte de la afición y eso que los gaditanos eran muy agradables con nosotros. Pero es que eso ha cambiado mucho porque antes no había los festejos y las celebraciones en las calles como pasa ahora.
- Estuvo cuatro temporadas en tierras gaditanas. Ahí pudo coincidir con muchos canteranos que luego dejaron huella, ¿verdad?
- Sí. Empezaban a despuntar Pepe Mejías, Juan José, Chico Linares, Ricardo Escobar... A todos ya se le veían maneras. Eran carismáticos y supieron aprender de los veteranos, como por ejemplo Paco Baena. Y eso que todavía no había llegado Mágico González al Cádiz CF.
- Ha cambiado mucho el fútbol. Ya la cantera no tiene ese protagonismo, al menos en el Cádiz CF.
- Es verdad que en el Cádiz CF, donde salieron muchos canteranos muy valiosos, la cantera ha perdido protagonismo, pero eso hay que trabajarlo a largo plazo. Ahora priman los resultados inmediatos y los clubes no tienen paciencia. Pero ahí sigue estando el Athletic con su filosofía y si lo haces bien, el fruto llega.
- El Athletic, su club. Si usted no se quedó en San Mamés fue...
- Pues porque estaba Iribar, que no es poca cosa. Yo era el tercer portero del Athletic y estaba jugando en el Bilbao Athletic cuando me marché al Racing. Deusto era el segundo. Tenía que salir si quería tener una carrera.
- ¿Qué recuerda de su etapa en el Racing de Santander?
- Yo llegué al Racing cuando el entrenador Mora (Moruca), que era íntimo amigo de José Luis Garay, se enteró de mi libertad y allí que fui. Garay me conocía perfectamente de Lezama. Y todo lo que puedo decir de Santander es inolvidable, ya que estuve cinco años y jugué todos los partidos de Liga. No falté ningún domingo. Y además ascendimos dos veces a Primera.
- Y además allí tuvo el honor de ser... Mejor cuéntelo usted.
- El primer portero que marcó un gol en Primera.Fue contra el Atlético y al padre de Pepe Reina, que era el portero, en la temporada 1975/1976. Maguregui era mi entrenador, Ufarte, que no jugó ese día, tiraba los penaltis, y automáticamente el míster me miró y me dijo que fuese a tirarlo. Y marqué. Por cierto, también marqué uno en la Copa del Rey contra la Balona.
- Entonces no era habitual que un portero marcara goles...
- A mí me veían entonces como un bicho raro. Hoy no se discute que el portero juegue de líbero, adelantado y con el pie, pero entonces sí y yo lo hacía. Me decían: «¡portero vete a la portería!». Ha cambiado la idea del juego de los porteros. Yo tenía mucho toque. De hecho hasta los 16 años yo era delantero.
«Tú salías lleno de barro hasta la cabeza»
Cancerbero ágil, con buena colocación y que iba bien por alto, Juanjo Santamaría supo ganarse el cariño del cadismo en una época en la que Bocoya era su gran competidor.
- ¿Qué recuerda de su etapa en Cádiz?
- Pues que lo pasamos genial. Yo vivía en el Paseo Marítimo de Cádiz capital, en el edificio Princicádiz, junto a la residencia militar. Y no sólo yo, también estábamos Quino, Catalá, Barrachina, Bocoya...
- Bocoya era su compañero bajo palos. Falleció el año pasado.
- (Silencio). No lo sabía. Me quedo helado. Lo siento muchísimo.
- ¿Guarda relación con algunos compañeros de aquella etapa?
- Claro que sí. Quino y yo somos muy amigos. Además todos los años voy a Cádiz, a Chiclana... El año pasado me encontré en la Plaza de la Catedral de Cádiz con Paco Baena y estuvimos hablando un buen rato. Una vez al menos voy a Cádiz todos los años. Me encanta esa zona y guardo muy buenos recuerdos de mi estancia allí.
- ¿Y sigue al Cádiz CF?
- Veo los partidos del Cádiz CF por la televisión y también los del Racing. Otros años han estado al revés, con el Racing chungo y el Cádiz CF en Primera, pero ahora el Racing llega con más fuerza. Son dos clubes que se han llevado muchos años en Primera y deseo que vuelvan.
El Cádiz CF no ha comenzado muy bien, pero esperemos que reaccione y que retome sus características de pelea, lucha, garra...
Ahora bien, este domingo no me decanto por ninguno. Los dos me han dado mucho y siempre les deseo lo mejor.
- Ha cambiado muchísimo el Estadio Carranza desde que usted jugó ahí... Más de cuatro décadas han pasado.
- No he pisado el Estadio nuevo. Por fuera sí lo he visto y me parece una gozada y una maravilla. En el El Sardinero sí estuve porque tuvieron el detalle y me invitaron al palco.
- Es otro fútbol, ¿verdad?
- ¡Qué me va a contar! Hoy en día los terrenos de juego son increíbles, nada que ver con los nuestros. En el España - Serbia que se jugó en Córdoba había un pedazo de césped pese al diluvio. Es una gozada. Mi mujer siempre me lo dice: «tú salías lleno de barro hasta la cabeza». Jajajajaja.
- Por cierto, ¿dónde verá el Cádiz - Racing de este domingo?
- Pues desde Laukariz, una urbanización en la que vivo a 15 kilómetros de Bilbao. Tiene campo de golf, juego allí y me gusta. Estoy muy bien en el chalecito y que los años que nos queden de vida, que los disfrutemos. Nos lo merecemos que bastante hemos peleado.