Cádiz CF

(Vídeo) 30 añazos del último gran milagro del Cádiz CF

Se cumplen tres décadas de una salvación agónica en Carranza frente a un CD Málaga que encaró el precipicio

Plantilla del Cádiz CF 1990/91 presidida por Manuel de Irigoyen. L. V.

Alfonso Carbonell

¡30 añazos! Ahí es nada. Tres décadas del gran último milagro del Cádiz CF de los milagros. 30 años de una salvación curtida en mil batallas. 30 años de una permanencia 'in extremis' que vino antes precedida de partidos de infarto de miocardio. 30 años de un Carranza que allá por mayo se convertía en un manicomio repleto de locos de amarillo que correteaban por las vetustas gradas de un estadio que se convirtió en Santuario amarillo... 30 años y parece que fue ayer, pero... ¡qué bonito fue!

Este sábado 19 de junio de 2021 se cumplen 30 años del partido de vuelta de la promoción por la permanencia en Primera ante el CD Málaga del mítico Ben Barek que encaró el precipicio en Carranza hasta su desaparición. Era una noche de miércoles en Cádiz y el derbi a muerte entre los de la Costa de la Luz contra la del Sol acabó en el punto fatídico, de donde salió la vida para unos y la muerte para otros.

Pero para llegar a esa promoción antes el Cádiz CF de Ramón Blanco tuvo que construirse otros pequeños y grandes milagros. Así, en esta temporada no propicia para enfermos del corazón, los de amarillo hicieron sufrir de gran categoría a su ya habituada afición, que veía como su equipo llegaba hundido en los puestos bajos de la clasificación al final de la primera vuelta.

Pero llegó diciembre y la llegada de 'Mr. Propper', o sea, Dertycia, que debutó en Carranza en una tarde con niebla ante el Castellón con un empate sin goles del que solo se recuerda la calva del argentino correteando detrás del balón por aquel descampado de fondo sur para agilizar los saques de portería del meta castellonense. Aquel día no marcó, pero ya se metió en el corazón del cadismo para siempre.

El argentino Óscar Alberto Dertycua se ganó el corazón del cadismo. LA VOZ

Poco a poco, las ganas del argentino se fueron amoldando a un equipo que en un domingo de Carnaval mañanero ganaba 2-0 al Logroñés con las gradas repletas de banderas de la Ser. Quedaba mucho, pero sí, el Cádiz comenzaba a reaccionar. Y qué mejor prueba de ello que otra victoria en Carranza ante el Real Madrid (1-0) con gol de Jose González desde los once metros. ¡Qué importantes fueron sus goles, sí señor!

Esas victorias no evitaban la agonía del descenso, que siempre estuvo pisándole los talones al Cádiz CF hasta la última jornada, a la que se llegó con vida gracias de nuevo a otra milagrosa victoria en Carranza, un fortín en esas jornadas de infarto. Así llegó el histórico 4-0 al 'Dream Team' de Cruyff a cinco jornadas del final. Y así llegó también otra prodigiosa victoria en Carranza frente al Sevilla (2-1) con un voleón del quince del gran Pepe Mejías con la que los de Ramón Blanco remontaban el encuentro a un minuto del final.

Pepe Mejías junto a Mágico González. LA VOZ

Locura final de Liga

La penúltima fecha el Cádiz CF arrancaba un punto en el Luis Sitjar de Palma y llegaba a la última jornada con la necesidad imperiosa de sumar los tres puntos y que el Castellón no sumase ninguno en su visita a Tartiere. El Oviedo, por entonces con un equipo que luchaba por Europa, goleaba 3-0, pero en Carranza las cosas no iban bien ante un Zaragoza que se jugaba la promoción y que se adelantaba con un gol del Paquete Higuera. Como es de sobra conocido, llegó la irrupción de Kiko Narváez, que nada más salir del banquillo forzaba un penalti con el que Dertycia empataba. Carranza empujaba como siempre en esos lances, y con las cámaras del Plus presente, de nuevo Kiko aparecía para salir por la puerta grande de Carranza con un chut desde la frontal del área con el que batió al excadista Cedrún desatando la locura en el manicomio de La Laguna. El desiderátum . Y llegó la promoción contra un CD Málaga que aparecía como el verdugo perfecto para un Cádiz CF que volvía a dejar los deberes para el día del juicio final.

Kiko Narváez brilló ante el Zaragoza. LA VOZ

La ida se disputó en La Rosaleda, en un estadio a rebosar y con una afición eufórica por un ascenso que debía darle al equipo esa estabilidad necesaria para consolidarse económicamente. Era un miércoles 12 de junio y muchos cadistas no tuvieron otra que escucharla a través de las ondas, donde el querido Theo Vargas no ayudaba a calmar los corazones inquietos de los aficionados gaditanos.

Muchos recuerdan, de hecho, un 'gol' del Cádiz CF que el gran Theo cantó preso de los nervios pero que nunca llegó a subir al marcador para cabreo de muchos cadistas al que se lo llevaron los demonios tras haberlo incluso celebrado. Los de Blanco perdían por la mínima (1-0) con gol del 'Boquerón' Estebán y todo quedaba para el miércoles siguiente en el Carranza, el 19 de junio, diez días después de la remontada ante el Zaragoza que encauzó el enésimo milagro, el más grande.

Lleno hasta la bandera en Carranza, que también recibe la visita de cantidad de hinchas malacitanos, no sin incidentes antes y después del encuentro como mandaban los cánones de la época . Los nervios estaban a flor de piel y eran tiempos en los que el Cádiz CF se codeaba con Betis, Málaga y Sevilla ... Otros tiempos. ¡Qué tiempos!

El encuentro pronto se puso en contra de los gaditanos, que veían con incredulidad y no menos preocupación como Urizar Azpitarte echaba con roja directa al 'Mami' Quevedo ante la alegría de la parroquia malagueña, que no dudaron, con burlas a sus anfitriones, en festejar más de lo debido un ascenso que al final no consiguieron. Era el minuto 32 y las cosas pintaban muy negras para el Cádiz CF, que gracias a su gente y al coraje de sus diez hombres de campos supieron reaccionar en la segunda parte, donde empataban la eliminatoria con un gol a bocajarro de Jose tras prolongación de Dertycia.

El partido se jugó a cara de perro como se nota en el acta del encuentro, que vio muchas amarillas y hasta tres expulsiones ya que en la prórroga se fueron a la calle Añón (102') y el gaditano Barla (108').

Todo se iba a decidir desde el punto de penalti y otra vez el Cádiz CF no comenzaba bien, en esta ocasión, la tande. Raúl Procopio fallaba para los amarillos mientras que el CD Málaga metía todo hasta el último lanzamiento en las botas de Antonio, que para más inri era el lanzador habitual de los de Ben Barek. Fue ahi donde se hizo más grande 'Pepe' Szendrei, que no sólo detenía el lanzamiento del ariete malacitano sino que el siguiente, y tras ejecución perfecta del suyo por parte de Juan José, de Emilio también consiguiendo la permanencia y un cántico como acto reflejo en las pobladas gradas de Carranza. 'Los boquerones se han vuelto mar....'.

Cádiz volvía a ser una fiesta y afrontaría la siguiente campaña en Primera, la 92/93, la penúltima antes del descenso a los infiernos del que tardaría mucho en reponerse.

Aquella promoción de 1991 certificó un año después, la desaparición del Club Deportivo Málaga.

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