La primera jornada en Indianápolis estuvo marcada por los trompos. Ni siquiera Michael Schumacher se libró. Lo hizo cuando sólo quedaban cuatro minutos para el final y tras subir hasta el segundo lugar de la clasificación, al situarse a tres décimas del primer clasificado, Anthony Davidson. El de Ferrari pisó las resbaladizas líneas blancas de la cuarta curva. El monoplaza fue a parar a la gravilla y tuvo que salir del coche caminando hasta los boxes. Por detrás de Davidson y Schumacher se clasificó Kubica, y lo hizo por delante de los dos pilotos de Honda: Barrichello y Button.