Juan Ramón López Caro puso punto final a su etapa en el banquillo blanco. Entre las obras del Santiago Bernabéu y en una sala de prensa provisional, el técnico lebrijano se despidió de los empleados del club, de la prensa y de la afición, a la que pidió perdón por no haber logrado aumentar el palmarés blanco esta temporada. «No he estado a la altura», comentó emocionado el entrenador, quien dio las gracias a la junta directiva y al presidente por confiar en él para dirigir al club. «Ha sido un honor», exclamó.