El 1 de julio, el Estatuto de los Trabajadores modificará varios de sus artículos para reducir la temporalidad laboral y promocionar el empleo estable. Los cambios, que conllevarán rebajas económicas para los empresarios, son el fruto de una nueva reforma laboral consensuada entre el Gobierno, las patronales (Confederación de Organizaciones Empresariales de España y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa), y los sindicatos mayoritarios (CC OO y UGT), suscrita ayer en el Palacio de La Moncloa, donde el presidente José Luis Rodríguez Zapatero califico el acuerdo de «histórico». «No nace para responder a una situación de crisis, sino para prolongar y ampliar la buena evolución de la economía española», sentenció el jefe del Ejecutivo estatal ante el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y los máximos responsables de las organizaciones negociadoras.