Con las Navidades ya encima se hace necesario hablar de cavas, uno de los productos estrellas de estas fiestas e imprescindible en cualquier mesa. La región del cava está formada por 159 municipios, en su mayoría catalanes aunque Extremadura, Aragón, La Rioja, País Vasco o Navarra también tienen su parcela en este pastel sin olvidar a Valencia donde se elabora un espumoso cada día más solicitado tanto dentro como fuera de España. El sello de la Denominación Cava garantiza que estos espumosos se han elaborado siguiendo el método tradicional, y que la segunda fermentación del vino base ha tenido lugar en la propia botella, con un periodo mínimo de estancia en las cavas de nueve meses.
Dominio de Cataluña en la región del cava
El cava catalán centra su producción en la zona vinícola del Penedés, siendo su capital la villa de Sant Sadurní d'Anoia, con más del 70% de la producción anual. Es en esta región donde se concentran la mayoría de las bodegas de España entre las que destacan las bodegas Gramona, Recaredo, Codorniu, Freixenet, Raventos i Blanc o Juvé y Camps.
El duro trabajo del valenciano
Sin embargo, y lejos de lo que podría parecer, existen otras bodegas que pueden presumir de tener un cava incluso mejor que alguno catalán. Valencia, en la zona de Utiel-Requena es un lugar destacado en la elaboración de este espumoso fuera de Cataluña. Treinta años de duro trabajo le han servido para recibir galardones a bodegas de Requena en la que destacan Pago de Tarsys o Artemayor que han conseguido un producto de calidad en su interior así como un diseño de botellas y etiquetado digno de los mejores.
El toque personal del aragonés
En diferentes lugares de Aragón existía la tradición de elaborar vinos espumosos siguiendo el método champenoise aunque no fue hasta 1986 cuando la Unión Europea reconoció estos vinos y se incluyeron en la región del cava. El clima más frío de las zonas productoras, Ainzón, Calatayud, Cariñena y Jarque, las condiciones propias de los viñedos y el toque personal de los enólogos dan como resultado unos cavas con personalidad propia. Cinco bodegas son las encargadas de elaborar el cava aragonés en cerca de 650 hectáreas con una producción de 600.000 botellas convirtiendo a la región en la tercera productora de España. Destacan las bodegas Langa (Calatayud) y San Valero (Cariñena).
Los artesanales extremeños
Uno de los cavas más artesanales que se hace en España sale de las uvas extremeñas y solo Almendralejo puede presumir de estar dentro del mapa nacional del Cava. Fue en 1987 cuando el Tribunal Supremo dictaminó que esta localidad de Extremadura pudiera denominar cava a sus espumosos de calidad, fue entonces cuando nació cavas «Vía de la Plata». Años más tarde la división de sus dueños y la ampliación de los negocio daría lugar a otras bodegas. Hoy en día hay cuatro Vía de la Plata, Marcelino Díaz, Romale y Bonaval que sacan parte de su producción fuera de España o a restaurantes de prestigio donde, según los propietarios de las bodegas, pueden competir en calidad y precio con cavas catalanes artesanales.
Los cuidados riojanos, navarros y vascos
En la Rioja, tierra de vinos,la tradición de elaborar cava se inició a principios del siglo XX, convirtiendo a la región en la cuarta productora en España. Cuenta con cerca de un centenar de hectáreas de viñedos repartidas por un total de diecinueve municipios de la región. Tres empresas se dedican a elaborar este vino espumoso, Bodegas Escudero, Bodegas Muga y Bodegas Bilbaínas.
Ponemos fin a este recorrido por la denominación de Origen Cava en Navarra y País Vasco aunque en la actualidad solo cuatro bodegas elaboran este espumoso de calidad en estas zonas de España. En Navarra, las bodegas Mainegra y Ondarre que utiliza 100% uva viura y en el País Vasco Bodegas Faustino y Bodegas y Viñedos Artadi.