Como ocurre en todas las ciudades andaluzas, el tapeo forma parte de la vida de los gaditanos. Un sinfín de bares y tabernas, de antiguos almacenes de ultramarinos que tenían un bar al lado para dar de beber a sus clientes, de populares freidurías, se extienden por todo Cádiz con una tentadora oferta de pescados de la Bahía fritos, de tortillitas de camarones, de los tradicionales chicharrones de cerdo, de jamones y otras chacinas, de quesos curados, de salazones y ahumados. Y en casi todas las barras hay además sitio para los guisos populares, desde el menudo hasta la carne mechá o el potaje de habichuelas, y para recetas de siempre como las papas aliñás. Todo regado con las manzanillas de Sanlúcar, la bebida perfecta para una jornada de tapeo en esta ciudad.
ULTRAMARINOS EL VEEDOR. Calle Veedor esquina Vea Murguia
Uno de los sitios más emblemáticos de Cádiz. Establecimiento centenario en el que se mantiene la tradición de tienda de ultramarinos con un bar al lado. Una amplia oferta de tapas que van desde buen jamón ibérico hasta un estupendo queso curado pasando por el tradicional menudo (garbanzos con callos) y una amplia variedad de tortillas con muy diversos ingredientes. Y para beber, manzanilla de Sanlúcar, en rama y sin filtrar, que se saca directamente de los barriles.
BAR BAHÍA. Avenida Ramón de Carranza, 29
Uno de los bares más populares de la ciudad donde se sirven tapas tradicionales, algunas casi desaparecidas. Entre sus guisos destacan los de casquería: menudo, higaditos de pollo encebollados o sangre en tomate. También potaje de habichuelas, papas guisás con carne, costillas de cerdo en adobo o salchichas al vino.
LA CEPA GALLEGA. Calle Plocia, 9
Antiguo almacén para aprovisionar a los buques fondeados en el puerto, esta casa mantiene todo el encanto de las tradicionales tiendas de ultramarinos. En su barra-mostrador se despachan productos de excelente calidad, especialmente chacinas y quesos, y diversas latas gourmet. No hay que perderse la mortadela de ibérico. Y para beber, un surtido de vinos de auténtico lujo, expuestos en vitrinas y que incluyen Petrus o Vega Sicilia.
BAR TERRAZA. Plaza de la Catedral, 3
Situado justo enfrente de la Catedral, y con una terraza muy agradable, cuenta con una pequeña barra en la que pueden probarse las especialidades de la casa, sobre todo unas papas aliñás con atún que para muchos gaditanos son las mejores de la ciudad. Además, menudo y muy buenas frituras de pescados de la zona: pijotas, bienmesabe, salmonetes, pescadillas a la gaditana, calamares…
Las manzanillas de Sanlúcar son la bebida perfecta para este tapeo
Toda una institución en Cádiz, funciona más como restaurante pero cuenta con una amplia barra para el tapeo con entrada independiente, siempre muy concurrida. Variado surtido de tapas frías y calientes. Sus tortillitas de camarones, tan tradicionales en esta ciudad, son de gran nivel, lo mismo que las frituras de pescados de la bahía: acedías, pijotas, cazón en adobo, chocos, puntillitas o boquerones.
LA BODEGUITA DE PLOCIA. Calle Plocia, 8
Relativamente nuevo este bar destaca sobre todo por sus chicharrones entreveraos, en los que se alterna la carne con el tocino, que hacen ellos mismos a diario y que para muchos son los mejores de Cádiz. Otra de sus especialidades es el lomo en manteca. Además, buena mojama, quesos, chacinas, ahumados y conservas variadas. Para beber vinos de barril procedentes de Chiclana.
CASA MANTECA. Corralón de los Carros, 66
En un ambiente taurino, con las paredes llenas de fotografías de toreros, este era otro de esos almacenes con bar al lado tan habituales en Cádiz, aunque ahora ya solo queda el bar. Las tapas se sirven en hojas de papel como las que servían para envolver los productos de la tienda y que ahora hacen las funciones de un plato. Buenos quesos, chacinas y mojama, y muy ricos sus chicharrones «especiales», panceta frita y cortada en finas lonchas.
LAS FLORES I. Plaza de las Flores, 4
Una de las mejores freidurías de Cádiz, ciudad en la que abundan este tipo de establecimientos. En su escaparate se exhiben los distintos pescados recién fritos y mariscos, que se sirven en los clásicos cucuruchos de papel. Su mejor especialidad es el cazón en adobo, una de las tapas gaditanas más tradicionales, cuyo secreto está en el punto de fritura, la cantidad de vinagre y que quede bien jugoso por dentro. Hay que probar también los calamares fritos y las tortillas de camarones.
MARI Y JOSÉ. Avenida María Auxiliadora, s/n
Aunque durante todo el año ofrece en su amplia barra un buen surtido de tapas, a esta casa hay que ir entre mediados de abril y finales de julio, que es cuando los caracoles, su gran especialidad, están en temporada. Durante esa época el bar se llena de gaditanos, grandes aficionados a estos animalitos de los que guisan ollas y ollas. Durante el resto del año conviene no perderse su «bombita» picante y la carne en su jugo.
LA MANZANILLA. Feduchy, 19
No es un bar de tapas, pero cualquier ruta de tapeo por Cádiz debe incluir una parada en esta taberna dedicada desde principios del siglo XX a la venta de vinos de Sanlúcar. El local se conserva perfectamente, con su antiguo mostrador, los carteles de la época y los barriles de la casa Delgado Zulueta que contienen manzanillas de diversos tipos, amontillados y moscateles. No intenten pedir una cerveza o un refresco porque no tienen. Sólo vino. Y como única tapa, unas aceitunas rellenas.
