Del Mediterráneo llegan a los expositores excelentes mariscos, especialmente la gamba roja, la cigala y la quisquilla, además de calamares y sepionets. De las huertas alicantinas, verduras y hortalizas, desde tomates hasta alcachofas. Y por si fuera poco, salazones de pescado de excelente calidad. Se completa la oferta, muy tradicional en la mayor parte de los casos, con guisos populares de la zona. Una tentación que ha enganchado a cocineros de primer nivel como el francés Robuchon o Ferrán Adriá, que se declaran entusiastas de estas barras, algunas de las cuales están, por méritos propios, entre las mejores de España. Aquí recogemos diez de las mejores.
NOU MANOLÍN. Villegas, 3.
Es, desde hace años, la referencia del tapeo en Alicante y una de las mejores barras de España. A lo largo del extenso mostrador se exhibe un tentador y espectacular barra surtido de los mejores productos del mar y de la huerta tanto alicantinos como de otras regiones. Ensaladilla, croquetas de jamón y bacalao, impresionantes gambas rojas, cigalas, quisquillas, alcachofas fritas, sepietas, calamares encebollados, salazones, chacinas, callos, manitas de cerdo… Todo está bueno.
LA TABERNA DEL GOURMET. San Fernando, 10.
En muy poco tiempo, la familia Perramón ha hecho de esta taberna la gran alternativa al veterano Nou Manolín. Una amplia barra y algunas mesas en un nivel superior donde disfrutar de los mejores mariscos (gamba roja, quisquillas, cigalas, espardeñas…), de los excelentes salazones alicantinos, y de raciones tradicionales como la ensaladilla, la merluza rebozada, los calamarcitos a la plancha, las alcachofas fritas, las setas o un jamón bien cortado. Además, muy buena selección de vinos, bastantes de ellos por copas.
MAVI. Foguerer, 9.
Un pequeño y modesto bar de barrio cuya atractiva barra congrega a clientes de todo Alicante, desde políticos y deportistas hasta los propios vecinos de la zona. Su gran especialidad son los mariscos y otros productos de las costas levantinas: langostinos, gamba roja, cigalas, quisquillas, calamares fritos, sepionet a la plancha… Siempre género de calidad. Como alternativa buenas tapas tradicionales, desde ensaladilla rusa hasta patatas bravas, pasando por un buen surtido de excelentes salazones.
TAVERNA DEL RACÓ DEL PLA. Navas, 40.
Los propietarios de El racó del Pla, uno de los restaurantes má conocidos de la capital alicantina, decidieron abrir hace tres años este céntrico local de ambiente taurino cuyo punto fuerte es la barra. Tapeo clásico (con mucho marisco en las vitrinas) y algunas cosas más elaboradas como el saquito Manzanares, pasta filo rellena de carne picada y jamón con salsa de rabo de toro, o el queso fresco a la plancha con anchoa de bota. Buena bodega y precios moderados.
PIRIPI. Óscar Esplá, 30.
Hermano gemelo del célebre Nou Manolín, su barra tiene poco que envidiar a la de este. Allí se ofrecen mariscos de mucha calidad (gamba roja, cigala, quisquilla) junto a raciones de calamar, de ensaladilla rusa, de verduras a la plancha o de ibéricos de Joselito. Notables también su bonito en escabeche, las anchoas de bota en aceite de Baena, el amplio surtido de montaditos y algunos guisos tradicionales que se sirven en medias raciones, como las albóndigas o las manitas. Servicio especialmente amable.
EL CANTÓ. Alemania, 26.
Cervecería frecuentada por la gente guapa de Alicante, con una pequeña barra y mesas altas alrededor que suelen estar muy concurridas a la hora del aperitivo. Sus tapas son tradicionales y se basan fundamentalmente en la calidad de la materia prima: tomates de Muchamiel, salazones de pescado, chacinas, montaditos variados, ensaladilla rusa, o bacalao con tomate.
CASA GUILLERMO. Pintor Velázquez, 21.
Casi medio siglo lleva abierto este bar, toda una institución en la ciudad, que se ha convertido en lugar de visita obligado para los alicantinos. Buenas conservas y tapas y raciones de cocina casera entre las que sobresale una magnífica ensaladilla rusa que justifica por sí sola la visita. Tampoco hay que perderse los guisos tradicionales alicantinos, cada día de la semana uno diferente: olleta, potaje, alubias, lentejas, arroz caldoso… Siempre con una muy atractiva relación calidad-precio.
BAR SENTO. Teniente Coronel Chapulí, 1.
Muy cerca de la Rambla, este es un bar muy pequeño, siempre abarrotado. En una plancha se elaboran tapas y raciones calientes, desde parrillada de verduras hasta calamares de potera, que se completan con algunas especialidades como las papas arrugadas, la rosquilla de pan con ensaladilla y anchoa o el montadito de la casa, con lomo adobado, pimiento, champiñón y mayonesa. No falta el marisco de calidad y buenos jamones de Guijuelo que cuelgan del techo.
CÉSAR ANCA. Ojeda, 1 (esquina plaza Gabriel Miró).
César Anca es un experto y reconocido cocinero que ha montado este local con su nombre. En la barra, anexa al restaurante, con moderno diseño, alterna guiños a la cocina creativa con el recetario tradicional. Tapas que han obtenido numerosos reconocimientos dentro y fuera de la ciudad como el canelón de rabo de buey con crujiente de ibérico o el pulpo sobre torrija de patata ajada y gratinado de alioli. En la parte más popular, sartencillas, ensaladilla, salazones… Amplia oferta de vinos por copas.
DAMASOL. Balmes, 5.
Frente al Mercado Central de Alicante, este un bar de producto, con materia prima siempre de mucha calidad. Entre sus especialidades, el atún a la plancha, los tacos de merluza rebozada y las frituras. Buen surtido de mariscos del día, de chacinas, de salazones de pescado y guisos de cuchara siempre apetecibles. Cuenta además con una amplia bodega. Y derrochan amabilidad.
