Las ciudades de Extremadura también proponen muchas alternativas para cualquier día de otoño. Mérida se halla en plena conmemoración del bimilenario de la muerte de su fundador, el emperador Augusto, con una exposición en el Museo Nacional de Arte Romano que relata el origen y crecimiento de la que fue una de las ciudades más importantes de Hispania. Badajoz, por su parte, celebra su trigesimoquinto Festival de Teatro entre el 25 de octubre y el 4 de noviembre y –también a lo largo de noviembre– la Feria de la Tapa por las calles de su casco histórico.
Pero aparte de estas actividades, visitar esas ciudades (y Cáceres, Plasencia, Trujillo...) siempre merece la pena por su riqueza monumental que abarca siglos: villas romanas, palacetes renacentistas, callejuelas medievales y miles de rincones sorprendentes. Ideales para un atardecer de otoño, de hecho.