Italia prohíbe las manifestaciones de los antivacunas en los centros de las ciudades
Las protestas contra las vacunas y el certificado sanitario Covid han causado en algunas ciudades un aumento de la difusión del virus, con pérdidas para los comerciantes de un 30 % en la facturación semanal
El presidente Mattarella advierte que «las protestas violentas de los contrarios a las vacunas amenazan la convivencia»
El gobierno italiano ha decidido prohibir las manifestaciones de los antivacunas en los centros históricos de las ciudades. Las protestas contra el certificado sanitario Covid, que habitualmente se realizan los sábados, están paralizando desde hace semanas las vías principales de numerosas ciudades, con algunas consecuencias graves. Conocido en Italia como Green Pass , el pasaporte verde digital en el que consta estar vacunado, es obligatorio para trabajar y en lugares cerrados . La mayoría de los manifestantes no llevan mascarillas, lo que está favoreciendo la difusión del virus. Así se demuestra en algunas ciudades, como Milán y Trieste. Además, la Confederación de comerciantes ha protestado duramente contra las manifestaciones, porque «hacen perder el 30 por 100 de la facturación semanal».
Estas protestas de una minoría están causando la irritación de una gran mayoría de ciudadanos (el porcentaje de vacunados en Italia alcanza el 87 %). El presidente de la República, Sergio Mattarella, se ha hecho eco de la indignación de la mayoría del país que está a favor de las vacunas y del certificado sanitario Covid: « El enemigo es el virus, no los instrumentos para combatirlo», dijo Mattarella en una asamblea de la Asociación Nacional de Municipios (ANCI). En un discurso acogido con grandes aplausos por los alcaldes italianos, el presidente de la República advirtió que las manifestaciones de los antivacunas constituyen una amenaza para el país: «En las últimas semanas, manifestaciones no siempre autorizadas han intentado hacer pasar el ataque al libre desarrollo de actividades como si fuera una libre manifestación del pensamiento. Junto a las cuestiones críticas para el orden público –añadió Mattarella-, muchas veces con la ostentosa renuncia a los dispositivos de protección personal y a las normas de precaución contra el Covid, han provocado un peligroso aumento de contagios».
«Amenaza para la convivencia»
Fue incluso más lejos en su denuncia el jefe del Estado. Sergio Mattarella observó que, detrás de algunas formas de protesta agresivas con vandalismo y desorden público, hay algo muy parecido a un intento de desestabilización planificado . «En cualquier caso, los actos vandálicos y violentos son graves e inadmisibles y despiertan cierta preocupación, apareciendo en ocasiones como piezas más o menos conscientes de una intención que cuestiona los propios fundamentos de nuestra convivencia». Evidentemente, en este claro mensaje del presidente Mattarella hay una referencia indirecta a la manifestación de protesta de los antivacunas contra el certificado sanitario Covid organizada en Roma, el pasado 9 de octubre, que acabó con el asalto por parte del partido neofascista Forza Nuova contra la sede de la CGIL, el principal sindicato del país.
En definitiva, se cierran los centros históricos a las protestas de los antivacunas, pero no se les prohíbe su derecho a la manifestación, que deberá hacerse en otros lugares donde no paralicen la ciudad y respetando las reglas contra el Covid. En síntesis, el objetivo del gobierno es «garantizar el derecho a reunirse y manifestarse libremente, preservando al mismo tiempo el desarrollo ordenado de la convivencia civil».
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