El Gobierno se enmienda en el Senado y permite dos polémicos químicos en envases alimentarios
Una enmienda a la ley de residuos aceptada por el PSOE frena el veto al bisfenol A y los ftalatos, que pueden dañar la salud
La UE limita pero permite su uso, aunque se están revisando los umbrales de seguridad y hay países, como en Francia, donde están vedados
Se encuentran presentes en multitud de productos de uso cotidiano, incluidos los envases de productos alimentarios. Pero los ftalatos y el bisfenol A no son inocuos si entran en el cuerpo humano. Son disruptores endocrinos, químicos capaces de mimetizar nuestras hormonas, por lo que su presencia está limitada y bajo el escrutinio científico. En España, la futura ley de residuos planteaba su prohibición en envases alimentarios. Un artículo que, durante su actual tramitación en el Senado, se encuentra en la cuerda floja y ha puesto en pie de guerra a organizaciones ecologistas y a algunos partidos como Alianza Verde, integrado en Unidas Podemos.
Los ftalatos están en perfumes, ambientadores, geles de ducha y productos de limpieza, entre otros, mientras que el bisfenol A puede encontrarse en faros de coches, gafas, pantallas u ordenadores. Pero donde más preocupa su presencia es en los envases alimentarios, ya que puede haber una transferencia a los comestibles. Los primeros forman parte de táperes, los segundos de la película que recubre las latas de comida y bebida y que sirve para separar el metal del alimento. «Desde esa resina, el bisfenol pasa al alimento, es una de las principales vías de llegada a nuestro organismo», dice Carlos de Prada, presidente de Hogar sin Tóxicos. Una alta exposición a este químico puede dañar el hígado, el riñón o la glándula mamaria.
Los dos químicos han sido objeto de diferentes enmiendas a lo largo de la tramitación de la ley de residuos. Su prohibición en envases alimentarios fue introducida en el Congreso , a través de un pacto entre los grupos parlamentarios de los dos socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos. «De conformidad con lo previsto en estas normas, estará prohibida la utilización de ftalatos y bisfenol A en envases», decía el texto que llegó al Senado.
Durante la negociación en la Cámara Alta, sin embargo, PSOE y PP han introducido una enmienda que elimina la prohibición y se remite a la legislación europea, que hoy permite su uso de forma limitada.
Corrección técnica
El cambio no ha gustado en Podemos, que critica que su supresión se haya argumentado como una «corrección técnica» . «Esperamos que en el plazo que queda para su debate se considere volver al texto inicial y no reducir la ambición de la ley», dijo ayer Juantxo López de Uralde, coordinador de Alianza Verde y portavoz parlamentario de Transición Ecológica de Unidas Podemos. Fuentes del partido sugirieron que, si sale adelante esta modificación, obligaría por su parte a renegociar el texto en el Congreso.
La modificación también ha sido criticada por organizaciones como Rezero, Amigos de la Tierra y Surfrider España. Su mantenimiento es «una medida necesaria para proteger nuestra salud de estos productos tóxicos presentes en los envases de alimentación. Estos son reconocidos como disruptores endocrinos que provocan enfermedades como diabetes, enfermedades tiroideas, reproductivas, obesidad, cáncer, etc. Compuestos químicos que, además, afectan especialmente a las mujeres y a la infancia», dijeron en un comunicado.
Revisión
La última revisión científica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), publicada el pasado mes de febrero, ha rebajado el umbral de ingesta diaria tolerable en el caso del bisfenol A , en vista de los efectos adversos que tiene en el sistema inmunitario. La autoridad alega que la exposición actual al químico es «motivo de inquietud en materia de salud».
«La EFSA ha dicho que hay que rebajar 100.000 veces el límite de exposición recomendado », asegura de Prada. Si la ingesta máxima era de cuatro microgramos, ahora proponen 0,04 nanogramos. «Esto quiere decir que han estado dando por segura una concentración 100.000 veces más alta. No se ha hecho caso a lo que decía la comunidad científica», remarca de Prada.
Ya en 2011 la Unión Europea decidió prohibir la fabricación de biberones con esta sustancia como medida preventiva, y países como Francia lo vetaron en todos los envases alimentarios.
La industria ha comenzado a sustituir el bisfenol A por otras sustantacias, en muchas ocasiones otro tipo de bisfenoles. Y fue precisamente este el motivo de que tres de las cuatro enmiendas que recibió el artículo sobre estos químicos en el Senado fueran para endurecerlo aún más. MÉS per Mallorca, Más Madrid y Esquerra pedían poner un plazo concreto a la prohibición (el 1 de enero de 2023) y ampliar el rechazo al bisfenol no solo al tipo A, sino también a otras variantes (S, F, B y AF) , ya que actualmente, reconocían, el tipo A ya está siendo sustituido por los fabricantes por estos otros.
La Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que también veta plásticos de un solo uso como pajitas, bastoncillos o cubertería desechable y creará un impuesto al plástico, sigue negociándose en el Senado, después de que la semana pasada se aplazara la votación quince días para continuar con las conversaciones.
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