Los 34 niños que dan voz a toda una generación

Menores de todo el país se reúnen este fin de semana por primera vez de forma presencial en el Consejo de Participación para que sus inquitudes y aportaciones lleguen al Gobierno

Los 34 niños y adolescentes que forman parte del Consejo de Participación, el sábado, en Toledo H. Fraile

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Con solo 15 y 12 años, Santiago y Ana tienen este fin de semana una responsabilidad mucho mayor que las que la mayoría de los niños de sus edades pueden tener: trasladar al Gobierno l as inquietudes y problemas que su generación observa, así como aportar las soluciones que creen que pueden contribuir a mejorar el país. Sus voces, como la de sus otros 32 compañeros que forman el Consejo Estatal de Participación de la Infancia y la Adolescencia, empezaron a sonar este sábado en el Castillo de San Servando de Toledo, donde este domingo siguen reunidos para dar forma a sus aportaciones y que estas lleguen hasta el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

El Consejo de Participación de la Infancia se puso en marcha a finales de 2021, pero ninguna de las reuniones hasta la fecha había sido presencial , a causa de la pandemia. Este sábado, sin embargo, los 34 niños de entre 8 y 17 años que lo componen dejaron atrás las pantallas para verse cara a cara , chocarse las manos y abrazarse. «Está siendo bastante guay. Yo ya tengo ganas de repetir », celebra Santiago, orgulloso de poder, por fin, compartir espacio con sus compañeros. «Nos lo estamos pasando muy bien, está siendo muy interesante», apunta Ana.

«Un privilegio»

Y aunque se lo pasan bien, coinciden, saben que la responsabilidad que tienen es grande , pues en su mano está que las inquietudes de los niños y jóvenes de España lleguen hasta las autoridades. «Es una obligación que también debemos disfrutar», apunta Santiago, que se ha desplazado desde su pueblo Villanueva de la Serena (Badajoz) para participar. «Es un espacio en el que conocemos a otros niños y podemos relacionarnos, pero no deja de ser una gran responsabilidad que tenemos que tomarnos en serio», reflexiona. La misma creencia tiene Ana, que aunque comparte que tienen que centrarse en el trabajo que se lleve a cabo durante las sesiones, también cree que poder formar parte del órgano es «un privilegio» por todo lo que aprenden en él.

Varios de los participantes durante una de las reuniones del sábado H. FRAILE

Para formar parte de este órgano -que se creó tras regularse en la Ley de Infancia - la Dirección General de Infancia recibió un total de 136 candidaturas de menores de edad de todo el país que querían formar parte de él. Muchos ya habían participado en asambleas de este tipo a nivel local, como Santiago y Ana. El primero, además, forma parte del grupo asesor de Unicef España , en el que los niños aportan ideas para el trabajo de la ONG.

En la sesión de ayer, los chavales se dividieron en tres grupos para tratar tres asuntos que les afectan de lleno: la educación, el cambio climático y la participación de la infancia y adolescencia en los temas de interés. En cada una de estas comisiones -así las han bautizado-, en las que participaron alrededor de 10 niños y un adulto que ejercía como dinamizador, llevaron a cabo una lluvia de ideas para que cada menor aportara todas las preocupaciones que le generaba el tema en cuestión, así como las soluciones que se le ocurrían para mejorar la situación actual. Luego, cada grupo las puso en común, y en la jornada de hoy compartirán las conclusiones con el resto del grupo para que sus aportaciones cojan forma y lleguen hasta las autoridades.

Andrea, de 16 años, forma parte de lo que definen como grupo motor, es decir, aquellos que se encargan de organizar y coordinar las propuestas que llevan a cabo los miembros de la asamblea. «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad», bromea esta joven, a la vez que agradece poder representar a sus compañeros y lo califica como «genial».

Para Ana, este órgano da la oportunidad a todos los niños «de ser escuchados de la misma forma que pueden ser escuchados los adultos», pues la edad, considera, no es motivo para menospreciar la opinión de alguien. Santiago, por su parte, destaca que se trata de «un espacio donde poder hablar de todo». Andrea confía en que sus propuestas no se quedarán en papel mojado , sino que serán trasladadas y se tendrán en cuenta. «Al final esto es algo muy reciente, pero nos dicen continuamente que nuestra opinión es importante y que se nos tendrá en cuenta. Yo creo que así será», celebra.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación