La introducción del gluten entre los 4 y 6 meses de edad no protege contra el desarrollo de la enfermedad celiaca, como se creía hasta ahora. Los pediatras y los gastroenterólogos infantiles españoles aconsejan a los padres introducir pequeñas cantidades de gluten en la dieta de los lactantes, preferentemente mientras los niños toman lactancia materna, para acostumbrar al sistema inmunológico a la ingesta de gluten, sin que reaccione de forma adversa. Pero un estudio reciente coordinado por el University Medical Center de Leiden (Holanda) desmiente esta creencia.
El estudio Prevent CD, publicado en New England Journal of Medicine, dio como resultado que el riesgo de desarrollar la enfermedad celiaca era igual para los niños que tomaron gluten y para los que no. Iniciado en 2007, y con una muestra de 950 niños con riesgo genético para la enfermedad celiaca, se dio a la mitad de los niños 100 mg de gluten diarios, entre los 4 y 6 meses de edad. A la otra mitad se le dio un placebo. A los 3 años el 5,9% del primer grupo había desarrollado la enfermedad celiaca, mientras que en el grupo de control fue que un 4,5%.
“Esta diferencia no es estadísticamente significativa”, dice la doctora Carmen Ribes, responsable del grupo de investigación de Enfermedad Celiaca e Inmunopatología Digestiva y Jefa de la Sección de Gastroenterología Pediátrica del Hospital La Fe, que participó en el estudio. “Con las medidas adoptadas no se ha podido prevenir la enfermedad como se pretendía”.
Otra conclusión que desmiente la creencia popular es que la lactancia materna no ejerce un efecto protector frente a la enfermedad que afecta a 1% de la población. “Aunque la lactancia materna es el mejor alimento para los niños, no podemos concluir que proteja del desarrollo de la enfermedad y esto puede ser importante para aquellas madres que por diversos motivos no puedan alimentar con lactancia materna a sus hijos”, afirma Paula Crespo, Nutricionista del IIS-La Fe.