Narcotráfico | Cádiz
El descaro de las narcolanchas y sus cómplices vuelve a demostrarse otro día más en Sancti Petri: «sin medios y sin ley»
Narcotráfico
Una 'goma' de grandes dimensiones se veía de nuevo este fin de semana surtirse a plena luz del día y en una playa abarrotada de público, lo que no les impidió hacerlo
En las últimas semanas y tras haber pasado ya más tiempo del asesinato de los agentes en Barbate, se ha incrementado de nuevo el ir y venir de estas embarcaciones por los caños de esta zona
Los petaqueros, los 'conseguidores' de gasolina de los narcos, unas collas «perfectamente organizadas»
El disparo directo a los motores de una narcolancha, incluido en los protocolos de otros países pero no en España
Otra vez y para dejar claro que no tienen ningún tipo de reparo, otra narcolancha de las que se utilizan normalmente para traer hachís desde Marruecos a la Península, volvía a hacer acto de presencia este pasado fin de semana en una zona que tampoco les resulta nueva: Sancti Petri, Chiclana, Cádiz.
Allí y a plena luz del día y justo enfrente de un chiringuito - el Bongo- una de estas grandes 'gomas' se acercaba a una pequeña embarcación y comenzaba a suministrarse de combustible. Todo ello ante la cada vez menos atónita mirada de los bañistas que a esa hora se encontraban en la playa y que grababan la escena como quien graba una película o un concierto... e incluso entre risas ya.
En la semirrígida iban al menos cinco tripulantes que vestidos de ropa oscura y con sus rostros cubiertos se pasaban el material que les daban para, en minutos, volver a entrar mar adentro.
La escena era bastante similar a la que se dio hace también unos días en la que otra narcolancha se suministraba por la misma zona de los caños de Sancti Petri ante la mirada de quien pasara por allí. Una secuencia de hechos que, según se refleja, da prueba de la impunidad con la que están actuando estas organizaciones criminales y toda su logística, en diferentes puntos de la costa gaditana. Este se ve más pero hay muchos más.
La situación por tanto no es nueva y durante los últimos dos años ha ido complicándose debido a que, según explican algunas fuentes, hay una mayor actividad del narco desplazada a esta zona. Les es más cercana para intentar 'meter' la droga hacia el interior por la desembocadura del Guadalquivir (Sanlúcar) o ir hacia otras provincias como Almería y Huelva, donde también se ha multiplicado preocupantemente la presencia de 'gomas' y de sus 'petaqueros' (quienes les llevan a las coordenadas acordadas gasolina, suministros o tripulación). En este punto tiene también que ver la proximidad de Portugal donde el uso y la fabricación de las narcolanchas no está prohibido.
Porque en España, hay que volver recordar, que desde 2018 es ilegal el uso de semirrígidas de estas características y, desde entonces, forman también parte implícita del contrabando y tráfico al que se dedican estas bandas. Es decir, al igual que delinquen con droga, lo hacen con las embarcaciones. Sin embargo para intentar que no se las decomisen, debido a que invierten un importante dinero en ellas (pueden llegar a costar unos 200.000 euros con motores), llevan años permaneciendo en alta mar a la espera de los avisos para los alijos y mantenerlas así trasladándolas en camiones por carretera o en guarderías el mínimo tiempo posible.
Desde las asociaciones de la Guardia Civil siguen advirtiendo que imágenes como éstas son «una vergüenza» y demuestran que «no hay suficientes medios» para frenar al narco. Además insisten en que toda la zona litoral gaditana sea declarada como Zona de Especial Singularidad, una catalogación que, según explican, les dotaría de más recursos e incentivos en esta lucha.
Sin embargo y, aunque en un primer momento el Ministerio del Interior, el propio ministro Fernando Grande-Marlaska, dijo hace algo más de un año y a preguntas de este periódico que dicha catalogación estaba «en estudio», en los últimos movimientos desde ese mismo gabinete no parece que haya habido algún avance al respecto. En su última visita a Cádiz, el secretario de Estado de Seguridad se refirió al Plan Especial puesto en marcha pero no dio ningún detalle sobre la intención de aplicar ninguna otra medida.
A este respecto, también vuelve a ser evidente, como denuncian las fuentes consultadas, la ausencia en la zona de las patrullas marítimas de la Guardia Civil. Como ya publicó este periódico, por ejemplo y en estos momentos, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz del que depende toda la zona litoral -desde Barbate hasta Sanlúcar-, tiene que permanecer con una embarcación activa casi de forma constante, fija, en la desembocadura del río Guadalquivir, debido también a la gran presión del narco en esa zona. Además tienen que cumplir con otras funciones cuando se les requiere como en estos días que se encuentran participando en el rescate de un pescador desaparecido en Rota.
Por otro lado, y según han denunciado, el reciente y unilateral cambio en los turnos de trabajo de estos agentes, de 24 a 12 horas, ha «mermado» sus servicios ya que se ven obligados a estar yendo y viniendo a base (a millas de distancia) constantemente y, por tanto, es menos tiempo en el agua, allí donde se les requiera. Además del «daño» que ello supone para la flota que de forma repetida sufre averías como también se constató el día que murieron los agentes en el puerto de Barbate.
La estrategia y las detenciones
Así las cosas, la actividad del narco continúa y se hace evidente y notar por toda la provincia mientras también siguen presentes otros muchos flecos pendientes que «lastran» esta batalla y hacen que estas organizaciones se sientan «impunes».
Uno de ellos se refiere también a la forma táctica de poder actuar contra estas narcolanchas. Como ya publicó LA VOZ, altos cargos de Policía Nacional y Guardia Civil solicitaron hace dos meses al Ministerio un cambio en las llamadas «normas de enfrentamiento» que rigen a nivel general las 'reglas' de las intervenciones y operativos en defensa. Una de las cuestiones que se ha solicitado es poder disparar directamente -con tiradores de precisión- a los motores de estas embarcaciones como se permite en otros países. Sin embargo, tampoco hay constancia de que haya ninguna intención por parte del Gobierno de cambiar estas normas.
Y por otro lado, la ley. La Fiscalía Antidroga ha advertido en numerosísimas ocasiones ya la necesidad de que haya cambios en el Código Penal que pueden endurecer o 'delimitar' todas esas actuaciones delictivas que van parejas al tráfico de drogas. Sería por ejemplo el caso de los 'petaqueros' que de forma directa se enfrentan a sanciones administrativas (multas) pero que es «difícil legalmente» relacionarlos con el narco a pesar de que cumplan un papel ahora clave en sus movimientos.
Precisamente la zona de los caños de Sancti Petri y, como así refleja las repetidas imágenes que llegan, es uno de los 'puntos negros' de esta actividad, sino el lugar más común actualmente.
En esta zona son repetidas las actuaciones que ejecutan los agentes de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Chiclana interviniendo una y otra vez furgonetas cargadas de combustible, realizando peligrosas persecuciones y también identificando a sus responsables (la mayoría procedentes de la zona de La Línea).
Desde la Fiscalía se insiste que aunque se está pendiente que el Código Penal pueda marcar este tipo de delito de forma más específica y así se ha solicitado, a los sospechosos de dedicarse a surtir y ayudar a los narcos de esta forma también se les puede detener e iniciar procedimientos judiciales contra ellos, siempre que haya pruebas. Y de este modo lo debe de contemplar el juzgado. «Son cooperadores necesarios. Una parte fundamental».
Ver comentarios