El Xerez se juega hoy algo más que tres puntos en Chapín. Necesita la victoria por algo más que por sus necesidades deportivas, la victoria es fundamental para frenar el estado de pesimismo que se ha instalado en el club tras seis jornadas sin conocer la victoria. Para ello, los de Alcaraz se han encomendado al calor de sus aficionados que ayer demostraron en el entrenamiento que su amor por el club está más allá del tiempo climatológico. Cerca de 700 seguidores se personaron en el estadio para insuflar ánimos a los azulinos para goce del técnico granadino. «Es bonito el hecho de que la afición arrope así al equipo. En ese sentido, la catalogación que tenemos de ella es y sigue siendo muy alta. No es habitual que pase algo así».