El mes de enero le ha servido a las directivas que le han visto las orejas al lobo al término de la primera vuelta para reforzar un poco la plantilla. La oportunidad que otorga la Liga de Fútbol Profesional para que las secretarías técnicas acaben sus deberes, ha dejado patente quiénes eran los entrenadores que con mayor certeza veían que con lo que tenían se iban de cabeza a Segunda. Así, muchos de los equipos que ocupan la parte baja de la tabla, entre ellos el Cádiz, no se han andado con chiquitas y han dispuesto el taco a disposición de los técnicos para que eleven el nivel de la plantilla. Alrededor de tres millones y medio de euros ha sido el montante que Antonio Muñoz ha tenido que desembolsar para que su Cádiz aspire a conseguir la permanencia antes que más de un corazón amarillo acuda al hospital.