Jorge Lorenzo sigue bien sentado en su trono de campeón del mundo, y con su victoria en Misano en MotoGP certificó que está dispuesto a luchar hasta donde le lleguen las fuerzas. 25 puntos que le acercan a Marc Márquez en la general, segundo después de dejarle claro a Pedrosa quién es el patriarca en el garaje de Honda.
Lorenzo salió como un rayo en los primeros metros y puso tierra de por medio. Un excelente Warm Up le había dado alas y la confianza necesaria. Tras él, Pedrosa se colocaba segundo y Márquez tercero. Rossi se quedaba cortado por culpa de una salida falsa de Aleix Espargaró.
Las cosas en ese grupo cambiaron, evolucionaron. Aleix desapareció y Marc, en su caza a Pedrosa, cometió un error que permitió a Rossi colocarse tercero y soñar con un podio de homenaje a Simoncelli. Con el '99' completamente fuera del alcance de todos, el objetivo de Márquez no era otro que perder el menor número de puntos posible. O lo que es lo mismo: ser segundo. Para ello eliminó de la ecuación a Rossi como y cuando quiso. Con Pedrosa lo tuvo más difícil.
Dani sabía que era su oportunidad de demostrar que sigue vivo y luchando por el campeonato. Pero los hechos se empeñan en contradecir su voluntad. Márquez llegó y le soltó un hachazo monumental. Pedrosa se rehizo y volvió a adelantar a su compañero. La alegría le duró dos curvas. Márquez no estaba para perder el tiempo en un juego doméstico y tras un par de vueltas llevándolo a rueda consiguió soltarlo y cerrar el fin de semana con 20 puntos.
Rossi se quedó cuarto, compuesto y sin podio, mientras que por detrás Bradl superaba a Crutchlow en el duelo de las satélites