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Miércoles, 5 de julio de 2006
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DEPORTES
mundial de fútbol | alemania '06
Italia renace con genialidad
Alemania se despidió de su final en la prórroga de un partido antológico en el que los cambios de Lippi acabaron de asfixiar a los anfitriones en Dortmund
Italia renace con genialidad
EXULTANTES. Grosso celebra el primer gol que le marcó a Alemania mientras su compañero Pirlo corre tras él para intentar abrazarle. / REUTERS
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Incidencias

LA FICHA
Alemania: Lehmann, Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm, Borowski (Schweinsteiger, m.72), Kehl, Ballack, Schneider (Odonkor, m.82), Podolski y Klose (Neuville, m.110).

Italia: Buffon, Cannavaro, Materazzi, Zambrotta, Grosso, Gattuso, Pirlo, Perrotta (Del Piero, m.103), Camoranesi (Iaquinta, m.90), Totti y Toni (Gilardino, m.73).

0-1 M.117: Asistencia de Pirlo para Grosso y el lateral conecta un increíble remate colocado.

0-2 M.119: Contragolpe de Gilardino con dejada para Del piero que bate a Lehman por alto.

Benito Archundia (MEX).

Decepción indescriptible en el Westfalstadion de Dortmund, abarrotado con 65.000 espectadores, donde la selección alemana nunca había perdido.

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Alemania llora. Italia hace buena su cábala. Cada doce años le toca jugar la final del Mundial. Y en ella está. Como en México'70. Como en España'82, donde fue campeón. Como en Estados Unidos'94, donde perdió por penaltis. Ayer logró su clasificación a lo grande. Con buen juego, casta y ambición. No fue la Italia rácana de tantas veces. Fue una selección segura de sí misma, que salió a ganar. Y ganó. Todo lo contrario que Alemania, impotente para imponer su estilo y cobarde cuando se sintió inferior.

El Westfalstadion, con esas gradas empinadas como pocas, era un infierno. Más de 60.000 alemanes intimidaban. O al menos esa era su intención. Sabían más y mejor que nadie que para ganar al enemigo que estaba enfrente siempre hay que exponer un valor añadido. No había ayer un teutón que no supiera que Italia siempre se le atraganta a su selección y ayer no iba a ser una excepción. No lo fue.

Italia mostró su mejor versión. Se crecen con el castigo estos 'azzurri'. Siempre saben qué partido jugar. Hasta en situaciones extremas. Al cuarto de hora ya tenían a Alemania con la boca abierta. Pero se trataba del anfitrión, no de un rival cualquiera. Y cuando los de Klinsmann se dieron cuenta de que los de Lippi estaban mejor colocados sobre el campo, se habían hecho con el balón y lo triangulaban con orden y sentido, no se desesperaron. Ya habían vivido una situación parecida ante Argentina. Se echaron para atrás, se cubrieron las espaldas y a esperar su momento.

Italia comenzó a sentir se cómoda tan pronto como Alemania se notó incómoda. Perrotta tuvo una gran ocasión al cuarto de hora, pero se asustó al verse solo ante Lehmann. Suele pasar. Buffon era un espectador de césped. Vio cómo Schneider le encañonaba alto en un ocasión y nada más. El problema italiano fue que no supo sacar peligro de su dominio. Toni quedaba demasiado aislado de sus compañeros y Totti tampoco tenía su noche como enlace.

Debió sentir un poco de vergüenza Alemania de su pobre fútbol y su escasa ambición y volvió del descanso un poco más osada. No mucho, esa es la verdad. Realmente aprovechó que Italia no podía mantener el fuerte ritmo impuesto en la primera mitad.

Prórroga indescriptible

Italia tuvo la final nada más comenzar la prórroga. En un minutos, dos remates a la madera con Lehmann superado. Gilardino y Zambrotta. No quiso entrar el balón. Como si tuviera miedo de reventar el Mundial. Alemania seguía perdida y parecía buscar los penaltis, en los que nunca falla, de forma descarada, aunque quedara media hora por delante . Italia se dio cuenta y se fue a por el partido, ya con Iaquinta, un segundo delantero sobre el campo, y poco después también con Del Piero. Era el momento de arriesgar y Lippi lo hizo para no llegar a la lotería final, en la que los germanos siempre tienen el billete premiado.

Increíble. Tanto se fue arriba Italia, que hasta le crearon dos ocasiones claras de gol de Podolski en sendos contragolpes. Hubiera sido ya demasiado premio para un equipo tan timorato y corto de todo juego y ambición. Lo que Italia no encontró en los dos primeros remates de la prórroga lo encontró en las dos últimas acciones. Dos genialidades. Grosso y Del Piero firmaron la epopeya. Volvió a suceder. Alemania llora su eliminación. Italia sueña ya con hacer saltar la banca en Berlín. 0 2



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