Con los octavos de final en perspectiva, el partido ante Arabia Saudí en Kaiserlautern se presenta como un trámite que servirá para dar descanso a los titulares y minutos de juego a los suplentes. O visto desde otra perspectiva: para hacer grupo y contentar a los futbolistas que tienen un papel secundario y necesitan una oportunidad para animarse y sentir que su trabajo diario en la concentración de Kamen tiene alguna recompensa tangible. De hecho, hasta un titular fijo y rebosante de ansias de gloria como es Fernando Torres dio ayer sus bendiciones a la decisión de Luis Aragonés de jugar mañana con el equipo B. «El míster ha decidido dar descanso a los que jugamos y eso va a ser bueno porque los demás compañeros se van a sentir enchufados», valoró el máximo goleador español en este Mundial.