Se les ve unidos. Bromean entre sí e incluso se meten carga con la estatura de uno y con la tendencia a engordar en verano del otro. Se reparten cariñosos empujones aunque, como es normal por el respeto que se le debe, el que más reparte sin necesidad de llevarse ninguno es el patrón de la familia. Puntuales a la cita con este medio, se prestan a la sesión fotográfica entre bromas y por defecto profesional conversan sobre los quehaceres que da el manejo de uno de los clubes con más solera de España.